Dubái. Los combates entre rebeldes y fuerzas gubernamentales continuaron causando estragos el sábado en la provincia de Marib, en Yemen, donde murieron 50 combatientes, entre ellos un comandante de las fuerzas especiales, indicaron fuentes militares leales al gobierno.
Los rebeldes hutíes, que intentan desde hace más de un año apoderarse de Marib, reanudaron el 8 de febrero su ofensiva contra este último bastión controlado por el poder en el norte del país.
Según una de las fuentes, "22 miembros de las fuerzas gubernamentales y más de 28 rebeldes murieron estas últimas 24 horas en los combates, que continúan sin descanso" en la provincia de Marib.
En la guerra en Yemen, una coalición militar dirigida por Arabia Saudita apoya a las fuerzas gubernamentales frente a los rebeldes hutíes.
Según la cadena de los rebeldes, Al Masirah, esta coalición llevó a cabo más de 12 ataques aéreos para apoyar a las fuerzas gubernamentales en el terreno.
El viernes, más de 60 combatientes perdieron la vida en Marib, la jornada más sangrienta desde que empezara esta batalla, que ha obligado a cientos de familias a abandonar sus hogares.
La provincia de Marib, a 120 km al este de la capital, Saná, está situada cerca de campos petrolíferos.
Los hutíes no suelen divulgar sus bajas.