Ciudad de México. Las celebraciones culturales como el Día de Muertos son también dispositivos identitarios que pueden darnos aliento, tener la función de apoyarnos en tiempos difíciles, en duelos colectivos. En mis instalaciones como la que hice en el British Museum (2015) puse calaveritas y papeles donde los visitantes escribían mensajes a sus difuntos y hubo una enorme respuesta, expresó la artista plástica y visual Betsabeé Romero, quien recibió en 1988 el premio Oric’Art, Neuilly Sur Seine, en Francia, durante su cátedra vía virtual que dio este jueves 25 de febrero.
Al participar en la segunda sesión de Cátedra de Artes Udlap Primavera 2021, Betsabeé Romero (Ciudad de México, 1963), quien ha presentado más de 150 exposiciones individuales en los cinco continentes, narró una instalación que realizó frente de la Embajada de México en Guatemala (2008). “Se trató de una pictografía de caminos sobre la calle e hice que nos abrieran la puerta de la Embajada de México porque creo que la cultura y el arte tienen que abrir puertas y entrelazarnos”.
Moisés Rosas Silva, Director de Enlace de la Udlap, dijo que al conversar con los alumnos de las carreras de la Escuela de Artes y con el público que siguió la charla, la artista, merecedora del Primer Premio de la Bienal del Cairo 2006, compartió una experiencia de vida construida a través de la creación artística con un lenguaje estético propio y a través de la interdisciplina.
Fui trabajando –contó Betsabeé Romero-- sobre diversas parte del auto como las salpicaderas hasta llegar a la llanta que me llamó mucho más la atención porque tiene una forma de círculo y éste tiene muchas significaciones en muy diversas culturas, pero también recupero la llanta como una manera de usarla como sello, esa impresión que tienen y su simbolismo como algo que ha ido atropellado en la modernidad, la utilizo para recuperar la memoria de todo lo atropellado por la modernidad.
Moisés Ramírez reflexionó sobre la vocación social de la obra artística de Betsabeé Romero y, señaló, “si su creación no tuviera una comunidad detrás, ya sea de estudiantes, comunidades marginadas, indígenas, no daría la misma riqueza que logra; también vemos su vocación social en cómo su obra impacta en los micromundos que toca, y si sumamos a todas esas comunidades sabemos que ha impactado mucho más quizá de lo que ella se imagina”.
En el curso de la charla de Betsabeé Romero, por la pantalla desde donde conversaba, fueron proyectándose imágenes de las diversas piezas icónicas creadas por ella, así como de las instalaciones en espacios públicos, mientras la artista describía la técnica empleada, el propósito de la pieza o instalación, el contexto social que dio lugar a la muestra e incluso algo de la historia de determinado inmueble y cómo busca incorporar su trabajo a la arquitectura que la acoge.