Dubái. Una instalación nuclear israelí parece estar pasando por su mayor proyecto de construcción en décadas, según fotos satelitales analizadas por The Associated Press.
La excavación de las dimensiones de un campo de fútbol y probablemente de varios pisos de profundidad está ubicada a pocos metros del viejo reactor en el Centro de Investigación Nuclear Shimon Peres en el desierto del Néguev, cerca de la ciudad de Dimona. En la instalación se encuentran varios laboratorios subterráneos que reprocesan las barras del reactor para obtener plutonio destinado al programa de bombas nucleares israelí.
El fin de la construcción está poco claro. El gobierno israelí no respondió a las preguntas detalladas de la AP sobre la obra. Bajo su política de ambigüedad nuclear, Israel no ratifica ni niega tener armas atómicas. Es uno de apenas cuatro países que no han firmado del Tratado de No Proliferación Nuclear, un acuerdo internacional para detener la posesión de armas nucleares.
Bajo el primer ministro Benjamin Netanyahu, Israel mantiene su crítica del programa nuclear iraní, que a diferencia del suyo es vigilado por inspectores de las Naciones Unidas. Los expertos han renovado sus reclamos de que Israel declare públicamente los detalles de su programa.
“Corresponde al gobierno israelí sincerarse acerca de lo que hace en esta planta secreta de armamento nuclear”, dijo Daryl G. Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas con sede en Washington.
Con ayuda francesa, Israel inició la construcción secreta de la instalación nuclear a fines de la década de 1950 en el desierto deshabitado cerca de Dimona, 90 kilómetros al sur de Jerusalén. Durante años ocultó el propósito militar del sitio a Estados Unidos, ahora su aliado principal, e incluso decía que era una fábrica textil.
Con el plutonio de Dimona, se cree que Israel es uno de los nueve países del mundo que posee armamento nuclear. Los analistas calculan que tiene material suficiente para al menos 80 bombas.