Moscú. El titular del Kremlin, Vladimir Putin, señaló este miércoles que, al criticar sin razón alguna la vacuna Sputnik V y los otros biológicos rusos, “se busca poner en entredicho los logros de este país en materia de lucha contra la pandemia del coronavirus”, como parte de una política, agresiva y sostenida, que pretende debilitar Rusia.
Al hablar ante la plana mayor del FSB (siglas en ruso del Servicio Federal de Seguridad, dependencia sucesora del KGB soviético), el mandatario sostuvo que, en contraste, “muchos socios de Rusia aprecian nuestros resultados en el área de la medicina, expresan el deseo de cooperar y, por nuestra parte, estamos en la mejor disposición de hacerlo”.
Sentenció: “Entendemos que es imposible resolver las tareas de talla global sin aunar los esfuerzos de todos”.
No obstante –según pudo verse en un reportaje de la televisión pública local– Putin afirmó que hay “fuerzas externas”, en alusión a Estados Unidos y la Unión Europea, que “tratan de desestabilizar Rusia y destruir los valores que unen a la sociedad rusa para, en última instancia, debilitar el país y ponerlo bajo control foráneo, como sucede en algunos países del espacio postsoviético”.
Para Putin, “ya ni siquiera se oculta la actitud inamistosa hacia Rusia y otros centros independientes y soberanos del desarrollo mundial. Y no hablo de una simple retórica agresiva, sino de las medidas prácticas que toman: lanzan contra nosotros toda una campaña informativa con acusaciones, tan categóricas como infundadas, en los más diversos ámbitos”, puntualizó.
Aseveró que “nada nuevo hay en la llamada política de contención de Rusia. No se trata de una competencia natural en los asuntos internacionales; es una línea agresiva e invariable que busca afectar nuestro desarrollo, hacerlo más lento”.
El jefe del Ejecutivo ruso arremetió contra la imposición de sanciones económicas y de otra índole, así como contra la intención de bloquear grandes proyectos internacionales en los cuales están interesados tanto Rusia como sus socios, en referencia al gasoducto Flujo del Norte-2, y advirtió que carece de perspectivas entrometerse, como tratan de hacer “incluso con instrumentos de los servicios de espionaje”, en la política rusa.
“Estamos dispuestos a sostener un diálogo abierto, a encontrar entendimientos en los problemas más complejos con base en la confianza recíproca y el respeto. Pero para nosotros lo más importante son la soberanía de Rusia, sus intereses nacionales, la seguridad de nuestros ciudadanos, el derecho de nuestro pueblo a decidir por sí mismo su futuro”, subrayó Putin.
“Estos valores, fundamento de nuestro desarrollo, deben de estar protegidos con firmeza”, encomendó el presidente ruso a los generales del FSB.