Ciudad de México. Ante los cuestionamientos surgidos desde cámaras empresariales en México y el extranjero, así como de partidos de oposición, en contra de la iniciativa presidencial que reforma la Ley de la Industria Eléctrica, disidentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) advirtieron que la posición del sector privado es “el inicio de una guerra” impulsada por los grandes capitales internacionales para mantener el control de los energéticos.
Tras expresar su respaldo a la propuesta presidencial, e incluso pedir que ésta sea más profunda, llamaron a los electricistas a manifestarse como contrapeso de quienes “hacen augurios apocalípticos de lo que va a ocurrir si se aprueba” la iniciativa
En conferencia de prensa, Mario Benítez, integrante del grupo Para Todos, Todo, integrado por agremiados disidentes del SME, lamentó que grupos ambientalistas se sumen a la oposición de esta reforma, por lo que indicó que deberán salir a las calles en cuanto la pandemia lo permita para exigir que las transnacionales no controlen este sector.
Además, adelantaron que solicitarán participar en el parlamento abierto que se desarrolle en el Congreso de la Unión para exponer su defensa, ya que “si los empresarios se quejan que constantemente no son consultados”, ellos también desean ser escuchados por los legisladores.