Ciudad de México. Cada año, al bolsillo de las familias mexicanas que reciben remesas de familiares en Estados Unidos llegan mil 834 millones de pesos menos al año, debido a que algunos intermediarios que cambian las divisas a moneda nacional pagan una cotización inferior a la del mercado, aseguraron autoridades financieras.
Con el fin de enfrentar esa situación, autoridades del sistema financiero mexicano anunciaron un plan para que las familias que reciben remesas de Estados Unidos o los migrantes que hacen viajes para entregar personalmente los recursos obtengan la mayor cantidad de pesos al hacer la conversión de las divisas.
Es una acción en busca corregir una deficiencia señalada por legisladores de Morena, quienes promovieron una reforma a la ley del Banco de México (BdeM) y que concitó el rechazo en varios frentes dentro y fuera del país.
El eje de las medidas consiste en utilizar la infraestructura del Banco del Bienestar, una institución del sector público. Podrán abrir cuentas mexicanos residentes en Estados Unidos que envían dinero, mexicanos que son deportados de Estados Unidos y las familias de migrantes que reciben esos recursos.
Las cuentas se podrán abrir en Estados Unidos con la presentación de la matrícula consular, un documento que cualquier mexicano puede obtener allá, independientemente de su situación migratoria y que el tipo de cambio para convertir los dólares a pesos sea el que prevalece en el mercado.
Según información del BdeM, en 2020 las remesas a México alcanzaron 40 mil 606 millones de dólares. De este total, 276 mil o 0.6 por ciento correspondieron a transacciones en efectivo.
Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), explicó que el monto promedio de una remesa a México es de 300 dólares. Si se hace una transferencia bancaria de un banco estadunidense a uno mexicano, y con un tipo de cambio de 19.82 pesos, los beneficiarios cobran 5 mil 946 pesos.
Sin embargo, si los migrantes traen dólares en efectivo y van a centros cambiarios, se pagan un tipo de cambio menor al del mercado. Con el ejemplo anterior, si la conversión de peso a dólar es de 18.64 unidades, el receptor de la remesa obtiene solamente 5 mil 592 pesos.
También se reciben menores recursos si se cobran por medio de remesadoras (empresas dedicadas a la transferencia de remesas), que cobran comisiones promedio de 4.72 dólares o si el migrante llega al país con dinero en efectivo y va al banco a hacer el cambio de divisas. Es por ello que las familias dejan de percibir mil 834 millones de pesos al año, explicó, por las diferencias en el tipo de cambio pagado a las familias, respecto del que prevalece en el mercado.
De esta forma, expresó Herrera, las medidas tienen el fin de que los envíos de dinero de los connacionales en el extranjero hacia sus familias en territorio nacional se realicen de manera sencilla, segura y económica, sobre todo por medio de los canales electrónicos.
Los envíos se podrán hacer por medio de remesadoras y liquidadas en el Banco del Bienestar por medio de la denominada Red de la Gente. Además, se pondrá en marcha la compra de dólares en efectivo a migrantes y sus familias con cuenta en este banco.
En las ventanillas de asesoría financiera de los consulados, los mexicanos podrán recibir sus tarjetas de débito físicas.
El Banco del Bienestar hoy cuenta con mil 393 puntos de atención en el país y este año espera abrir mil sucursales más con el fin de atender a las familias que reciben las remesas.
Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, informó que el banco central, por su parte, pondrá en marcha un sitio web y una aplicación propia que permita a los migrantes conocer productos financieros acordes a sus necesidad y realizar la búsqueda de los centros de canje y las sucursales, además de que permitirá a los bancos emitir y ofrecer tarjetas prepagadas denominadas en pesos para las personas que ingresen al país.
Al ser consultado sobre si con estas medidas se pone fin a las discusiones para modificar la ley del banco central, Arturo Herrera consideró que estas propuestas dan respuesta a la preocupación para asegurarse de que los migrantes tengan acceso a un mejor tipo de cambio
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