Ciudad de México. La escasez de semiconductores, componentes automotrices cuya producción se localiza en Asia, amenaza con reducir la producción y exportación de vehículos en México al menos el primer semestre de 2020, advirtieron en conferencia de prensa dirigentes del sector.
Horas antes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en enero la producción de vehículos cayó 15.05 por ciento anual; la exportación 6.37 por ciento y las ventas en el mercado interno hasta 22.6 por ciento.
Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), detalló que actualmente la producción y la exportación de vehículos en el país están en niveles de 2016 y 2017; no se había resentido la merma en el abastecimiento de partes y componentes que permiten el ensamble de vehículos, “ahora nos está afectando”.
Detalló que las empresas están solventando con varias medidas la carencia de semiconductores; algunas con paros técnicos, otras con días de vacaciones; y hasta ahora no se sabe cuándo se resolverá el suministro.
Oscar Albin, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), dijo que hay cierres en plantas de autopartes y de autos en toda Norteamérica por la falta de semiconductores. Consignó que se podría instalar una planta en Estados Unidos para producirlos, ante la insistencia de estados automotrices de ese país. Por ahora se depende de la producción de Taiwán y Corea.
Ambos también se pronunciaron sobre el incremento de costos que implicaría la reforma la Ley de la Industria Eléctrica que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados. Cuevas dijo que actualmente competidores y socios comerciales tienen tarifas menores que en México; en perspectiva, los costos para grandes y medianas empresas son 57 y 23 por ciento más caros que en Estados Unidos y podrían aumentar más, dijo Albin, quien también aseguró que “no va a ser tan sencillo” aprobar esa iniciativa, dados los tratados comerciales.
Al detallar la cifras de producción, Cuevas informó que la industria ha operado con el 75 por ciento de la capacidad instalada. Los principales destinos de las exportaciones mexicanas son Estados Unidos (81.4 por ciento), Canadá (7.6 por ciento) y Alemania (3.4 por ciento); y en general esta industria equivale a 29.3 por ciento de lo que vende México al exterior.
Albin dijo que se estima que la producción de autopartes aumente 24.2 por ciento este año respecto a 2020 y con ello regresar a los volúmenes previos a la pandemia, dado que, si bien hay una interrupción por la falta de semiconductores, las empresas van a compensar en el segundo semestre del año la producción que no se hizo en el primero, tal y como ocurrió con la pandemia de Covid-19.
También recalcó que este año la INA junto a la Organización de Estados Americanos llevará a cabo un proyecto para ver el cumplimiento de la industria automotriz respecto al capítulo 23 del Tratado México, Estados Unidos, Canadá, el cual enfatiza la legitimidad de los contratos colectivos de trabajo.
En caso de incumplimiento se suspenderá a la empresa del tratamiento arancelario preferencial, se impondrán sanciones sobre dichas mercancías o servicios, y por último se denegará la entrada de dichas mercancías a Estados Unidos.
Tanto Albin como Cuevas recalcaron que los cambios al esquema de outsourcing conllevan el riesgo de vulnerar “la competitividad de la industria” automotriz mexicana y su posición como plataforma productiva. Dijeron que todo se está viendo con el gobierno a través de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos y el Consejo Coordinador Empresarial.
Por último, Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), recalcó que se ha deteriorado la cartera de crédito automotriz debido a la pandemia.
En 2020, el crédito vigente cayó 6.74 por ciento respecto al año pasado, mientras el vencido aumentó 28.9 por ciento. Se financiaron 593 mil 792 de vehículos, 25 por ciento menos que el año previo. Rosales también mostró que el costo de los vehículos creció más del doble que la inflación, al haber aumentado 7.87 por ciento y 3.15 por ciento, respectivamente.