Mexicali, BC. Ejidatarios de Mexicali y Tecate se oponen a que se les expropie más del 60 por ciento de sus terrenos, que la administración que encabeza el gobernador Jaime Bonilla, del partido Morena, pretende integrar a la región La Rumorosa para declararla patrimonio cultural.
“No nos oponemos a la definición de caminos y picos de esta área, que se ubica únicamente en menos de 10 hectáreas, pero no en las que señala la declaratoria”, indicó Alejandro Pérez García, abogado del ejido Cordillera Molina.
El gobierno estatal busca enajenar tres mil 800 hectáreas a integrantes del ejido Emiliano Zapata-La Rosita; cuatro mil 500 a los de Cordillera Molina; mil 490 hectáreas al ejido Jacumé, y en 120 hectáreas al ejido Aubanel Vallejo.
Los ejidatarios de Jacumé y Emiliano Zapata-La Rosita signaron contratos de arrendamiento hasta por 30 años con inversionistas y empresas para que utilicen los áridos terrenos que conforman su patrimonio social, que con la declaratoria de expropiación no podrían seguir con sus proyectos, pues impide la inversión privada.
Entre esas tierras figuran predios donde la firma Ienova instaló plantas de generación de energía para exportación a Estados Unidos, con permisos de la Comisión Reguladora de Energía.
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la belleza natural de La Rumorosa en marzo de 2020, y repudió la instalación de generadores de energía que a su ver afean el paisaje, además que la electricidad que producen va a California, lo que el mandatario federal consideró producto de las tranzas de “administraciones neoliberales”.
El gobernador Bonilla instruyó en abril de 2020 a las secretarías estatales de Gobierno y de Cultura que declararan a esa zona montañosa como patrimonio cultural, y mandó pintar de color beige el acueducto Río Colorado-Tijuana, para sustituir el azul que le impusieron gobiernos estatales panistas.
Los trabajos para la emisión de la declaratoria de expropiación –que se presentó en diciembre pasado— comenzaron en mayo anterior. Durante los últimos nueve meses, representantes de las dependencias citadas se han reunido con algunos ejidatarios para entregarles una carta de intención de lo que implicaría declarar a La Rumorosa patrimonio cultural, en dos hojas de papel sin ningún tipo de sustento jurídico.
Ninguna de las 10 declaratorias de patrimonio cultural que han emitido los gobiernos estatales de Baja California se ha concretado en menos de un año, toda vez que se han tardado en reunir todos los requisitos hasta una década.