Ciudad de México. En la víspera del Día Mundial contra el Cáncer, integrantes del movimiento nacional Juntos contra el Cáncer (JCC), dijo que el Covi-19 agravó la falta de medicinas oncológicas, retrasó la atención médica y pospuso las cirugías. 

“Los pacientes con cáncer han sido relegados, y se encuentran en la incertidumbre”, lamentó Mayra Galindo, directora de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer y exhortó al diálogo con autoridades.

“Se requiere de una reunión con autoridades de gobierno, con la industria privada, con la sociedad civil para salir de esta situación”, comentó.

En conferencia de prensa virtual, Mayra Galindo, Leticia Aguiar, coordinadora de JCC; Karla Michelle Díaz Rosado, fundadora y presidenta de Dircamde Guanajuato; José Carlos Izaguirre, presidente de la Fundación Cómplices de Jalisco, y Adela Aysensa, directora de Salavati, destacaron que la situación es peor en los estados que no se adhirieron al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

“Los pacientes que estaban en el Seguro Popular en estados no adheridos al Insabi se han quedado sin hospital y sin tratamientos, y desgraciadamente las autoridades no han abierto la posibilidad de que pacientes con cáncer se atiendan en otros centros especializados u hospitales privados, y lo centros oncológicos estatales no son suficientes, muchos no tienen equipo para todos los tipos de cáncer”, explicó Aguiar.

Al respecto, Izaguirre dijo que esta es la situación de los pacientes oncológicos en Jalisco, entidad que decidió no sumarse al Insabi.

“Existe desbasto de medicamento en las instituciones. La pandemia y la reconversión hospitalaria han derivado en retardos en consultas e interrupción de tratamientos y demoras de cirugías", detallaron.

“Los institutos nacionales atienden de manera gratuita, pero están saturados y se han reconvertido a Covid. El Insabi refiere a los pacientes oncológicos a institutos nacionales, pero si de por sí ya tenían un problema de saturación y recursos limitados, ahora con mayor razón”, mencionó.

 “Hay largas filas de espera para nuevos pacientes referidos del primer y segundo nivel al el tercer nivel. Estos pacientes nuevos están todavía viendo en dónde los pueden atender”, explicó.

A un año de la creación del Insabi, los pacientes “no saben a dónde acudir y cómo funciona, hay mucha confusión y poca apertura para resolver las dudas de los pacientes; no hay reglas claras en los hospitales, continúan los cobros, hay desabasto y límites de cobertura”, destacaron durante la rueda de prensa.

Se debe impulsar un sistema de referencia y contrarreferencia ágil y eficiente en todas las instituciones de salud, acelerar el diagnóstico oportuno y garantizar el acceso a tratamiento en tiempo y forma, dijo Galindo.

Asimismo, se deben fomentar alianzas mixtas entre sector público, organizaciones de la sociedad civil e iniciativa privada para resolver el desabasto, falta de atención, retrasos e interrupción de tratamiento oncológico, añadieron.

Ya se han realizado mesas de trabajo encabezadas por el Cenaprece, especialistas institucionales, Funsalud y JCC, pero deben retomarse, aclararon.

También se deben vincular los centros de primer y segundo nivel de atención que están adheridos al Insabi, y se debe analizar la posibilidad de instalar la telemedicina, aclararon.

México forma parte de los países comprometidos a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que busca reducir para a el año 2030 alrededor de 33 por ciento la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles como el cáncer, mediante la prevención y el tratamiento.

En el país, el cáncer es la tercera causa de muerte, con un 12 por ciento de todas las defunciones. De acuerdo con Globocan, en 2018 se registraron 190 mil 667 nuevos casos de cáncer, de los cuales 85 mil 616 fueron hombres y 105 mil 51 en mujeres, mientras las muertes por cáncer alcanzaron un total de 83 mil 479.

Como parte del Día Mundial Contra el Cáncer, JCC trabaja en el cumplimiento de dos objetivos. Incluso, buscan que se apruebe que como máximo en 30 días se dé la confirmación diagnóstica y en 62 se acceda al tratamiento adecuado.

En el país más de 70 por ciento de los casos de cáncer son detectados en etapas tardías. El tiempo promedio de espera entre el primer contacto con el servicio de salud y el tratamiento inicial es de siete meses, la mayor parte de esta demora corresponde a la confirmación del diagnóstico, aunque actualmente la emergencia sanitaria por Covid-19 ha provocado que los pacientes dejen de asistir a las consultas por miedo al contagio o desconocimiento de donde pueden acudir a atención.