Berlín. La disputa de Europa con AstraZeneca se profundizó el jueves tras la negativa de Alemania a recomendar la vacuna de la firma británica para su uso en personas mayores, mientras que la variante sudafricana del virus, más contagiosa, fue detectada por primera vez en 14 países americanos.
En tanto, mientras se endurecen las medidas para contener el virus en todo el mundo, aumenta fuertemente el costo económico de la pandemia.
Estados Unidos vive su contracción económica más grave desde 1946 tras una caída de 3,5 por ciento en su PIB de 2020.
Datos de la ONU publicados el jueves señalan que el sector turístico global, golpeado por el cierre de fronteras y la prohibición de reuniones masivas, perdió 1,3 billones de dólares en ingresos en 2020.
La aceleración de las campañas de vacunación para contener a un virus que ya se ha cobrado la vida de 2,2 millones de personas e infectado a más de 100 millones es una preocupación global.
Los esfuerzos de la Unión Europea en ese sentido se vieron afectados por un anuncio de la firma británico-sueca AstraZeneca de que solo podría suministrar una cuarta parte de las dosis que había prometido para el primer trimestre de 2021.
La UE exigió que el fabricante de medicamentos cumpla con sus compromisos suministrando dosis de sus fábricas en el Reino Unido, pero Gran Bretaña insiste en que debe recibir todas las vacunas que ordenó, y simplemente no hay suficientes para todos.
El jueves la comisión de vacunas de Alemania resolvió que no podía recomendar la vacuna de AstraZeneca para las personas mayores de 65 años, ya que no contaba con datos suficientes para evaluar su eficacia.
AstraZeneca y el primer ministro británico, Boris Johnson, respondieron de inmediato afirmando que esa vacuna ya se ha utilizado ampliamente en Gran Bretaña en personas mayores.
La controversia tiene lugar un día antes de que la Agencia Europea de Medicamentos anuncie si recomienda el inmunizante de AstraZeneca, tras autorizar los de Pfizer y Moderna.
Distribución desigual
El virus ha seguido golpeando a los países a pesar del inicio de programas de vacunación masiva.
Hasta ahora se han inyectado más de 82 millones de dosis, según un recuento de la AFP a partir de cifras nacionales.
Pfizer, que desarrolló su vacuna junto a la empresa alemana BioNTech, también se ha enfrentado a críticas de la UE por retrasos en las entregas, pero ahora ha revisado su objetivo de producción para este año de 1.300 millones de dosis a 2.000 millones.
En otro impulso a los esfuerzos de vacunación, el primer ministro indio, Narendra Modi, dijo que su país suministrará más vacunas de fabricación local a otros países.
India, el mayor fabricante de vacunas del mundo, se ha embarcado en una suerte de diplomacia de las vacunas.
El Serum Institute de ese país ha donado millones de dosis a sus vecinos.
Pero la desigual distribución de los inmunizantes entre países ricos y pobres preocupa a las Naciones Unidas.
El 70 por ciento de las dosis administradas actualmente son en los países ricos (Europa, EU y países del Golfo) y ningún programa de vacunación masiva ha comenzado en un país pobre.
La OMS dijo recién a fines de año un 30 por ciento de la población africana podría ser inmunizada.
-En busca del origen
Por otra parte, un equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud que se halla en Wuhan, China, avanzó en la investigación sobre los orígenes del virus.
"Hemos sido muy productivos", tuiteó el miembro del equipo Peter Daszak después de que los investigadores salieran del hotel en el que pasaron su cuarentena con mascarillas.
China ha sugerido, sin pruebas, que el virus surgió en otros sitios.
"Es imperativo que lleguemos a establecer claramente el origen de la pandemia en China, y hemos apoyado una investigación internacional que creemos debería ser sólida y clara", dijo el miércoles la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Familiares de personas que murieron en Wuhan han acusado a las autoridades chinas de eliminar su grupo de redes sociales y presionarlos para que guarden silencio.