Buenos Aires. La vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner recibió este domingo la primera de las dos dosis de la vacuna rusa Sputnik V, según informó en sus redes sociales.
“En el Hospital Presidente Perón de Avellaneda, vacunándonos con la Sputnik V. Haciéndolo, no solo me estoy cuidando, sino que también cuido a los demás”, dijo la ex mandataria junto con una imagen suya recibiendo la inoculación.
“Gracias al personal de salud por el enorme esfuerzo que están haciendo en esta pandemia”, continuó.
El presidente Alberto Fernández, quien recibió la vacuna el jueves, fue el primer mandatario latinoamericano en hacerlo, un gesto con el que trató de mostrar que la vacuna rusa es confiable, dar ejemplo e incentivar a la población. Fernández de Kirchner lo hizo en el mismo tenor.
Al salir del hospital, la vicepresidenta argentina se tomó una selfie junto a decenas de trabajadores de salud, todos con mascarilla y guardando la distancia social.
La autoridad sanitaria argentina, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), recomendó recientemente la aplicación de la Sputnik V para mayores de 60 años, después de que Rusia les informara que tiene un margen aceptable de seguridad y eficacia -en un rango de 91.8 por cuento, para la gente de esa edad.
Fernández y Fernández de Kirchner deberán recibir una segunda dosis transcurridos 21 días de la primera.
Argentina comenzó a inmunizar a su población el 29 de diciembre pasado, poco después de que las primeras dosis de la vacuna rusa llegaran al país el 24 del mismo mes. Es la primera nación latinoamericana en inocular a su población con esta vacuna.
La Sputnik V se ha comenzado a aplicar a personal de salud argentino, que en algunos casos ya está recibiendo la segunda dosis. Los miembros de las fuerzas de seguridad, las personas con enfermedades preexistentes, los mayores de 60 años y los docentes son los siguientes en la lista, según el plan de vacunación del gobierno.
El país tiene aseguradas más de 51 millones de inoculaciones por parte del Centro Gamaleya de Rusia, el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y Covax (el fondo de las Naciones Unidas).
Además, está en negociaciones con Sinopharm y Sinovac, de China; así como con Janssen, Pfizer y Moderna, de Estados Unidos, para asegurarse la provisión completa de vacunas que necesita.