El inicio de la administración de Joe Biden como presidente de Estados Unidos abre la posibilidad para que de la mano con México, ambas naciones aborden de manera conjunta la movilidad de las personas en la región desde una nueva mirada y la gestión de las fronteras se aborde desde un enfoque inclinado a la seguridad humana.
Así lo remarcaron diversas organizaciones civiles que trabajan en apoyo a los migrantes en México, Estados Unidos y Centroamérica. Añadieron que el fenómeno representa un reto, pero a la vez una oportunidad para los dos países.
Indicaron que la administración de Biden y la vicepresidenta Kamala Harris anunció varias medidas importantes para abordar el tema de reforma migratoria, en particular respecto al asilo, la reactivación del DACA y una ruta legal hacia la ciudadanía.
“Muchas de éstas se tomarán rápidamente, mientras que otras—dada la pandemia mundial de Covid-19—comprendemos que tomarán más tiempo. Sin embargo, al lanzarlas trabajando coordinadamente con la administración del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, ambos países pueden generar condiciones más propicias para asegurar su éxito”, enfatizaron en un pronunciamiento sobre el tema emitido 24 horas después de la toma de posesión de Biden.
“Las personas que migran lo hacen por salvaguardar su integridad o su vida ante las amenazas del crimen organizado, la violación generalizada de los derechos humanos en sus países, la búsqueda de acceso a tratamientos médicos, afectaciones producidas por el cambio climático, búsqueda de trabajo o la búsqueda de oportunidades para sus familias. Se trata además de poblaciones con extrema vulnerabilidad frente a la amenaza de la pandemia ya que enfrentan profundas desigualdades”, señalaron.
Resaltaron la importancia de la iniciativa impulsada por el gobierno mexicano para conformar un Plan de Desarrollo Integral junto con El Salvador, Guatemala y Honduras, con el acompañamiento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y del Sistema de Naciones Unidas, para hacer de la migración una decisión libremente adoptada y no impuesta por la ausencia de alternativas.
“El presidente Biden ya ha anunciado planes para una iniciativa similar, insistimos en la importancia de un trabajo en conjunto que ayude a asegurar los fines en la implementación de estos programas, construidos con enfoque de desarrollo, derechos y seguridad humana”.
Celebraron que entre las primeras acciones de Biden al frente de la presidencia de Estados Unidos haya suspendido el programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), también conocido como Quédate en México, impulsado por su antecesor Donald Trump y que “ha generado una crisis humanitaria en la frontera y ha afectado a más de 70 mil personas.
“Resulta indispensable que las personas afectadas por este inhumano programa, en especial aquellas que se encuentran en sistemas de listas causada por metering, sean atendidas de manera inmediata por ambos países para restituir el goce de sus derechos humanos y el acceso a una vida digna y así convertir en realidad esta promesa en un corto plazo”.
Enfatizaron además que México y Estados Unidos deben asumir de manera conjunta sus responsabilidades en materia de asilo y de protección internacional a la vez de identificar mecanismos de colaboración compatibles con sus intereses conjuntos, pues al trabajar de manera coordinada podrán fortalecer los derechos humanos, reforzar sus sistemas de asilo y atender el grave retraso en el procesamiento de las solicitudes iniciadas en ambos países, así como atender la reunificación familiar.
“Trabajando juntos lo pueden llevar a cabo de manera que fortalezcan sus necesidades de seguridad y reactivación de sus economías”, indicaron en el pronunciamiento organizaciones como Sin Fronteras, la Coalición de Migrantes Mexicanos, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, la Fundación Promigrante Americasinmuros, el Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria, entre otras decenas.
Resaltaron la urgencia de poner en marcha programas emergentes para proteger y defender la integridad, vida y salud de personas particularmente vulnerables: las familias; niñas, niños y adolescentes; mujeres e integrantes de la comunidad LGBTTTI.
“Llamamos a impulsar cambios que, como lo marca el contenido del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, aumenten la disponibilidad y flexibilidad de las vías de migración regular, salven vidas y emprendan iniciativas coordinadas para la búsqueda de las personas migrantes desaparecidas, así como avanzar en la implementación de medidas encaminadas a la no detención por razones migratorias, y que ésta sea una medida excepcional. El nuevo paradigma demanda gestionar la frontera desde la perspectiva de la seguridad humana”.
Finalmente, subrayaron que durante la crisis por el Covid-19 los migrantes y las personas refugiadas deben tener acceso a la protección de la salud, a los programas de vacunación y de mitigación económica, para lograr con ello una protección efectiva a las poblaciones en situación de movilidad y poder proteger efectivamente a la población de ambas naciones.
Confiaron que la nueva administración estadunidense terminará con los llamados acuerdos de tercer país seguro o cooperación sobre asilo firmados con los países de Guatemala, Honduras y El Salvador “que violan los instrumentos internacionales vigentes y que arriesgan la integridad de miles de personas y promueven la militarización”.
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