Ciudad de México. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) designó a la Unidad Integral de Servicios, Diagnóstico y Constatación (UISDC) del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) como Centro de Referencia del organismo internacional para la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM).
Ese reconocimiento permite al organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) fortalecer la estrategia nacional contra la RAM, que lleva a cabo el gobierno por medio de un trabajo que involucra a diversas instancias federales.
El objetivo de la designación es apoyar la implementación del Plan de Acción de la FAO para crear conciencia entre la sociedad sobre la importancia del uso adecuado de los antimicrobianos en la sanidad de los animales, mejorar la capacidad de diagnóstico, hacer más eficiente la vigilancia epidemiológica, así como promover las buenas prácticas, fortalecer la gobernanza y motivar el uso responsable de los medicamentos en México y los países de Centro, Sudamérica y el Caribe.
El reconocimiento, que tiene vigencia de cuatro años, equipara a la Unidad ubicada en Tecámac, Estado de México, con otros seis centros a nivel mundial y que se encuentran en Reino Unido, Dinamarca, Tailandia, Alemania, Estados Unidos y Francia.
En junio de 2015, durante la 39ª reunión de la Conferencia de la FAO, los representantes de los países se comprometieron a trabajar de manera coordinada con las organizaciones Mundial de la Salud (OMS) y la Mundial de Sanidad Animal (OIE) para solucionar el problema de RAM, la cual es una amenaza para la salud pública, la producción agrícola y ganadera y la seguridad alimentaria.
Como parte de la estrategia, la FAO designó Centros de Referencia de la RAM, cuya experiencia en temas de salud animal permite proporcionar asesoramiento técnico y científico al programa.
En su calidad de Centro de Referencia el organismo de Agricultura debe desarrollar materiales de sensibilización, participar en la semana mundial de sensibilización sobre antibióticos, realizar conferencias técnicas sobre el uso prudente de antimicrobianos y organizar seminarios, capacitaciones y talleres para los países de la región sobre temas de Uso de Antimicrobianos (UAM) y RAM basados en el concepto de una sola salud.
De igual forma, debe dar apoyo a los países participantes para el desarrollo de capacidades estratégicas y técnicas para bacteriología y pruebas de susceptibilidad a antimicrobianos; identificación de marcadores moleculares de resistencia antimicrobiana y secuenciación de microorganismos para detección de genes de resistencia en México y países piloto, y desarrollar una red de investigación colaborativa en la región.
La RAM se produce cuando microorganismos como bacterias, hongos, virus y parásitos sufren cambios que los hacen resistentes a los medicamentos antimicrobianos. Estos cambios pueden presentarse de manera natural, pero en la mayoría de los casos surgen con el uso indiscriminado de este tipo de medicamentos, lo que provoca que los microorganismos se adapten a ellos.
La RAM es una amenaza para la salud pública en México y en el mundo, porque incrementa el riesgo de prolongación y propagación de enfermedades infecciosas provocadas por estos patógenos, es por ello que la FAO, la OMS y la OIE comandan esta cruzada mundial para evitarla.
Las infecciones farmacorresistentes amenazan con convertise en la próxima pandemia, alertó en noviembre pasado la FAO, al precisar que la RAM eleva las posibilidades de la una nueva pandemia, “lo que podría tener graves consecuencias para la salud, los sistemas agroalimentarios y las economías a escala mundial”.
El motivo por el que un microorganismo se torna resistente a un antimicrobiano al que antes era sensible es consecuencia de la capacidad de ciertos patógenos de neutralizar el efecto de los medicamentos, y esto se debe a que los fármacos antimicrobianos se han usado durante mucho tiempo “en exceso y de forma indebida”.
“La RAM se está extendiendo más lejos y con mayor rapidez cada día. Si no se le hace frente puede tener como resultado que decenas de millones de personas más se vean aquejadas por la pobreza extrema, el hambre y la malnutrición”.
El Covod-19 ha demostrado que la salud de las personas, los animales y el medio ambiente son más terdependientes que nunca.
“Los patógenos que afectan a una zona pueden agravar los desafíos de otras y tener repercusiones enormes en la manera en que prevenimos y controlamos las amenazas para la salud a fin de proteger el mundo. La RAM constituye una de esas amenazas mundiales y puede ser incluso más peligrosa que el COVID-19”, dijo la FAO.
Advirtió que el uso de antimicrobianos en la salud humana y animal está aumentando la resistencia. “Actualmente, 700 mil personas mueren cada año a causa de enfermedades resistentes a los fármacos. Cada vez son más las enfermedades comunes, como las infecciones de las vías respiratorias, las infecciones de transmisión sexual y las infecciones del tracto urinario, que resultan difíciles de tratar. La resistencia a los medicamentos también amenaza cada vez más nuestros sistemas agroalimentarios y la seguridad alimentaria mundial”.