Los gobiernos de las naciones donde hay personas migrantes deben garantizar la vacunación contra el Covid-19 para este sector, independientemente si su condición es o no regular, enfatizó el director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), António Vitorino.
El acceso al biológico, enfatizó, no tiene por qué representar un riesgo de deportación o detención para este sector, por el contrario, los Estados están obligados a garantizar que el derecho a la salud se anteponga a la aplicación de las leyes migratorias.
“Los países deben prever la vacunación de todos los que están presentes en su territorio incluyendo a los migrantes, independientemente de su estatuto legal. No se trata de crear una prioridad para los migrantes. Al revés, se trata de aplicar a los migrantes los mismos criterios que se aplican a los ciudadanos nacionales. Es decir, aquellos que son más vulnerables por la edad o por razones de salud”, aseveró.
En información difundida por el Centro de Información de las Naciones Unidas, Vitorino indicó que la falta de acceso a corto plazo de las vacunas contra el Covid-19 para todas las personas ha abierto todo tipo de debates sobre cómo usarla, distribuirla y quienes serán quienes la recibirán primero.
Sin embargo, alertó, las personas migrantes y refugiadas son un grupo social al que no se tiene en cuenta de inmediato en los programas de vacunación de algunas de las naciones que ya cuentan con el antídoto.
Ante ello, dijo que la postura de la OIM se basa en el principio fundamental de garantizar al acceso a los servicios de salud para todos los migrantes sin importar su estatus migratorio.
Vitorino recordó que la salud es un derecho humano y que también es de interés para la comunidad de acogida que toda la gente presente en su territorio esté sana, segura y se les preste los cuidados de salud esenciales, entre esto que se les garantice el acceso al biológico.
Ante la desconfianza de los migrantes a acceder a estos servicios ante una posible detención o deportación, detalló que los gobiernos han de dar las garantías necesarias de que el acceso a los cuidados de salud no suponga la aplicación de las leyes de inmigración.
“En este momento delante de un virus tan destructivo, hay suficiente evidencia científica y médica que nos permite decir que las vacunas disponibles son vacunas seguras y por eso yo apoyaría e incentivaría a que los migrantes y las personas que se desplazan sean vacunadas”, aseguró.