Ciudad de México. Los actuales casos de Covid-19 corresponden a los contagios que se dieron durante las fiestas decembrinas y el 6 de enero, y se espera que el número se eleve todavía más en los próximos días, advirtió Mauricio Rodríguez Álvarez, vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM.
"Hay muchos casos de gente que se reunió, aunque fueron nada más dos familias, aunque fueron solo cinco personas, se juntaron y hubo contagios”, dijo el especialista, quien urgió a interrumpir la cadena de transmisión del virus y continuar con los cuidados preventivos. “Tenemos que romper los contagios en enero para no tener una epidemia mayor en febrero”.
Indicó que ante el aumento en el número de contagios al interior de los hogares es necesario seguir medidas estrictas como salir de casa sólo para actividades indispensables y evitar la convivencia con personas de otras viviendas, aún en grupos reducidos.
El doctor en ciencias bioquímicas y especialista en enfermedades prevenibles por vacunación, dejó en claro que aun cuando inició la vacunación contra el Covid-19 se deben mantener las medidas de sana distancia e higiene constante, toda vez que los efectos de la inmunización se verán hacia finales de este año o en 2022. “La epidemia está ahora y tenemos que interrumpirla ahora”, insistió.
Rodríguez Alvarez explicó que en caso de que alguna persona en el hogar presente los síntomas de la enfermedad, es necesario comunicarse con un médico o servicio institucional, a fin de recibir atención y seguimiento, además de evitar la automedicación.
Es necesario identificar riesgos, tales como si son mayores de 60 años, padecen enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad u otra que demande mayor vigilancia sobre su evolución con la COVID-19, y continuar con sus tratamientos.
Destacó que, en general, se requiere monitorear la temperatura y la oxigenación de los enfermos, que cuenten con antiinflamatorio y medicamento para la fiebre; procurar que coman debidamente, tomen abundantes líquidos -de preferencia agua simple- y descansen.
Los primeros días pueden sumar síntomas para luego estabilizarse y, posteriormente, presentar menos cansancio, dolor o fiebre, lo que indica que su evolución es favorable.
Pero si su oxigenación baja de 90 y presenta dificultad respiratoria hay que solicitar valoración médica, para saber si se requiere apoyo con oxígeno, medicamentos u hospitalización, con el objetivo de evitar llegar a una etapa crítica, en la que el deterioro es mucho más rápido.