Madrid. Una evaluación exhaustiva pero concisa del estado de la civilización a cargo de un panel de científicos advierte de que el panorama es más terrible y peligroso de lo que generalmente se cree.
La pérdida de biodiversidad y el cambio climático acelerado en las próximas décadas, junto con la ignorancia y la inacción, amenazan la supervivencia de todas las especies, incluida la nuestra, según expertos de instituciones como las universidades de Stanford, de California en Los Ángeles, y la de Flinders.
Los investigadores afirman que los líderes mundiales necesitan una “ducha fría”, respecto del estado del medio ambiente, para planificar y actuar con la finalidad de evitar un futuro espantoso.
Corey Bradshaw, autor principal del estudio y profesor de la Universidad de Flinders, afirmó que él y sus colegas resumieron el estado del mundo natural en forma clara para ayudar a esclarecer la gravedad de la situación humana.
“La humanidad está provocando una rápida pérdida de biodiversidad y, con ella, la capacidad de la Tierra para sustentar una vida compleja.
Sin embargo, “la corriente principal está teniendo dificultades para comprender la magnitud de esta pérdida, a pesar de la constante erosión del tejido de la civilización humana”, destacó Bradshaw en un comunicado.
“De hecho, la escala de las amenazas a la biosfera y todas sus formas de vida es tan grande que es difícil de comprender incluso para los expertos bien informados.
“El problema se ve agravado por la ignorancia y el interés propio a corto plazo, con la búsqueda de la riqueza y los intereses políticos que obstaculizan la acción, crucial para la supervivencia”, sostuvo.
New Research: Underestimating the Challenges of Avoiding a Ghastly Future https://t.co/KWUhlNhddP #conservation
— Frontiers in Conservation Science (@FrontConservSci) January 13, 2021
Ningún sistema está preparado para el desastre
Paul Ehrlich, profesor de la Universidad de Stanford, afirmó que ningún sistema político o económico o liderazgo está preparado para manejar los desastres predichos ni siquiera es capaz de tal acción.
“Detener la pérdida de biodiversidad no está cerca de la cima de las prioridades de ningún país, muy por detrás de otras preocupaciones como el empleo, la atención médica, el crecimiento económico o la estabilidad monetaria.
“Si bien es una noticia positiva que el presidente electo Joe Biden tenga la intención de volver a involucrar a Estados Unidos en el acuerdo climático de París, es un gesto minúsculo dada la escala del desafío.
“La mayoría de las economías operan sobre la base de que la lucha ahora es demasiado costosa para ser políticamente aceptable.
“Combinada con campañas de desinformación para proteger las ganancias a corto plazo, es dudoso que la escala de cambios que necesitamos se realice a tiempo”, aseguró Ehrlich.
Dan Blumstein, profesor de Universidad de California en Los Ángeles, dice que los científicos están eligiendo hablar con valentía y sin miedo porque la vida depende literalmente de ello.
“Lo que decimos puede que no sea popular; de hecho, es aterrador, pero tenemos que ser sinceros, precisos y honestos para que la humanidad comprenda la enormidad de los desafíos que enfrentamos para crear un futuro sostenible.
“Sin voluntad política respaldada por una acción tangible que se adapte a la enormidad de los problemas que enfrentamos, las tensiones adicionales a la salud, la riqueza y el bienestar humanos disminuirán perversamente nuestra capacidad política para mitigar la erosión del sistema de soporte vital de la Tierra del cual todos dependemos”, concluyó Blumstein.
El estudio se publica en Frontiers in Conservation Science.