Ciudad de México. Con el repunte de casos de Covid-19 en México y el mundo, los viajes domésticos e internacionales deben reducirse a los estrictamente necesarios, recomendó Jorge Baruch Díaz Ramírez, titular de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero (CAPV) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además, tras indicar que el 30 por ciento de la población viajera cuenta con una enfermedad preexistente, insistió en que aquellos grupos de personas de alto riesgo que tienen obesidad, enfermedades cardíacas o respiratorias, diabetes, se abstengan de realizar cualquier actividad riesgosa, incluidos los viajes. “Esta es una recomendación seria, y muy importante a tomar en cuenta”, dijo.
Al participar en el programa “La UNAM Responde”, de la televisora universitaria, Díaz Ramírez pidió estar conscientes del riesgo que representan los viajes domésticos o internacionales, debido a que son de los elementos que catalizan el número de contagios de la enfermedad de Covid-19.
El también vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus de la UNAM, aseguró que debe asumirse el riesgo compartido del potencial viajero, que implica la convivencia con integrantes de su familia, mujeres embarazadas y personas mayores de 60 años de edad.
“No hay que olvidar que los mayores de 60 años incrementan de tres a cuatro veces su riesgo de mortalidad, una vez que contraen Covid-19”, resaltó, además de señalar que antes de la pandemia sólo uno de cada diez mexicanos contemplaba recomendaciones sanitarias previas al viaje.
En un comunicado de la UNAM, el especialista detalló que en los medios de transporte la mitad del riesgo se atribuye al comportamiento del viajero en un espacio público, y 30 por ciento a las condiciones de higiene y desinfección que se realicen.
Por ejemplo, añadió, “en el avión el aire se filtra constantemente, se tiene que hacer en un flujo laminar, en una sola dirección y de arriba hacia abajo; esto disminuye la transmisión, sin dejar de lado el uso de cubrebocas”.
Por el contrario, agregó, el riesgo aumenta si los pasajeros comen al mismo tiempo en una misma fila; además, el baño público es un lugar de alto riesgo en cualquier transporte, por lo que al hacer uso de este servicio también se debe portar el cubrebocas.
Además, hay que conservarlo al movilizarnos en autobuses, toda vez que desafortunadamente su cabina carece de flujo de aire controlado y filtros de aire de alta eficiencia.
“Debemos hacer viajes responsables, sabemos muy bien que las concentraciones de personas no son adecuadas en este momento, debemos atender las recomendaciones sanitarias y apegarnos a ellas sin distinción”, concluyó.