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El hielo marino más antiguo y más grueso, en mayor peligro de lo pensado

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Expertos de la Universidad de Toronto campus Mississauga analizaron los arcos que se forman en el estrecho de Nares, en la imagen. Foto NASA
08 de enero de 2021 09:22

Madrid. El hielo marino más antiguo y grueso del mundo, que cubre cientos de miles de kilómetros cuadrados de océano, al norte de Groenlandia y el Ártico canadiense, puede estar en mayor peligro de lo pensado.

El hielo marino del Ártico crece y se encoge con las estaciones, pero hasta ahora ha perdurado incluso durante los veranos más cálidos registrados.

Los científicos llaman a esta región la última zona de hielo. Dicen que podría perdurar incluso después de que el resto del Ártico esté libre de hielo en los meses más cálidos, proporcionando un refugio vital para los osos polares, las morsas y otras especies que dependen de él para sobrevivir.

Pero una investigación reciente de la Universidad de Toronto campus Mississauga sugiere lo contrario. En un artículo publicado en la revista Nature Communications, Kent Moore y su equipo describen cómo ese hielo de varios años corre el riesgo no sólo de derretirse en el lugar, sino de flotar hacia el sur hacia regiones más cálidas. Esto, a su vez, crearía un déficit y aceleraría la desaparición de la última zona de hielo.

Este hielo muy antiguo es lo que nos preocupa, declaró en un comunicado Moore, quien trabaja en el departamento de ciencias químicas y físicas del campus Mississauga. La esperanza es que esta área persista en la mitad de este siglo o incluso más. Luego, con suerte, eventualmente seremos capaces de enfriar el planeta. El hielo comenzará a crecer de nuevo, y después esa área puede actuar como una especie de semilla.

Con datos satelitales, Moore ha estudiado los arcos de hielo que se forman a lo largo del estrecho de Nares, un canal de 40 kilómetros de ancho y 600 de largo que corre entre Groenlandia y la isla de Ellesmere desde el océano Ártico hasta la bahía de Baffin.

El especialista ya había observado señales en investigaciones anteriores que indicaban que este hielo está cada vez más en movimiento.

La última zona de hielo está perdiendo masa al doble de la velocidad de todo el Ártico. Nos dimos cuenta de que puede no ser tan estable como la gente piensa, sostuvo Moore.

Su análisis más reciente de datos satelitales indica que el problema puede estar empeorando. Los arcos a lo largo del estrecho de Nares que históricamente han mantenido en su lugar la última zona de hielo se han vuelto menos estables, según el estudio.

Los arcos de hielo que generalmente se desarrollan en los extremos norte y sur de ese estrecho tienen un papel importante en la modulación de la exportación de hielo marino de varios años del océano Ártico, escriben él y los integrantes de su equipo.

La duración de la formación del arco ha disminuido en los pasados 20 años, mientras la masa de hielo exportada a través del estrecho de Nares ha aumentado, destacó.

Enormes estructuras heladas

Los arcos de hielo se forman cuando el clima se enfría. Múltiples témpanos de hielo convergen a medida que se canalizan hacia el estrecho relativamente angosto, formando enormes estructuras que parecen soportes de puentes girados sobre sus lados. Los arcos abarcan todo el ancho del pasaje, bloqueando el movimiento del hielo de varios años de norte a sur.

Es realmente bastante difícil imaginar una barrera de hielo de 100 kilómetros de largo que permanece inmóvil durante meses. Eso es más del doble que la calzada del lago Pontchartrain de Luisiana, el puente continuo sobre el agua más largo del mundo. Habla de la fuerza del hielo, afirmó Moore.

Pero esa fuerza está disminuyendo. Los arcos de hielo sólo se forman una parte del año. Cuando se rompen en primavera, los trozos se mueven más libremente por el estrecho de Nares. Esa ruptura está ocurriendo antes que en el pasado.

Cada año, la reducción en la duración es de aproximadamente una semana. Solían persistir durante unos 200 días y ahora ese periodo es de unos 150 días. Hay una reducción muy notable. Creemos que está relacionado con el hecho de que el hielo es más delgado y por tanto menos estable, sostuvo.

El impacto de perder la última área de hielo se extendería mucho más allá de las especies fotogénicas, como los osos polares. Las algas florecen debajo del hielo y en los canales de salmuera que atraviesan sus grietas y fisuras suministran carbono, oxígeno y nutrientes que sustentan un ecosistema elaborado, pero vulnerable.

En 2019, el gobierno canadiense designó una sección de la última área de hielo como Área Marina Protegida de Tuvaijuittuq, que en Inuktut significa el lugar donde el hielo nunca se derrite.

Moore tiene la esperanza de que su análisis de los arcos de hielo del estrecho de Nares centre más la atención en esta importante región del Ártico. Sin embargo, dice que una acción dirigida específicamente a preservar los arcos no será suficiente para resolver el problema. Se necesita una solución global.

La escala es tan enorme y la región es tan remota. Lo único que podemos hacer es enfriar el planeta. Entonces, con suerte, los arcos volverán a formarse de forma natural.

 

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