El 74 por ciento de la población piensa que tomar clases por radio o televisión es preferible a no tenerlas, aunque el 26 por ciento opina que tomarlas de esa manera es una pérdida de tiempo, según revela un sondeo de la Universidad del Valle de México (UVM). Menos de la mitad (46 por ciento) de los participantes cree que un alumno de nivel básico puede aprender viendo programas educativos.
A unos días del inicio del programa Aprende en Casa III, la encuesta indica que si bien esta fue la alternativa de las autoridades para no perder el ciclo escolar, el 69 por ciento cree que México no cuenta con las condiciones necesarias para tomar clases a distancia, incluso 93 por ciento piensa que esta modalidad educativa pone en evidencia las desigualdades sociales del país, en gran medida por la falta de recursos tecnológicos.
Además, una enorme mayoría (94 por ciento) de los participantes en el sondeo estima que es probable que los estudiantes se reincorporen a clases con desventajas, además de que habrá un aumento en el abandono escolar de 77 por ciento en el nivel primaria, y 82 por ciento en secundaria y bachillerato.
Para los encuestados, el proceso de la educación a distancia no ha sido sencillo. El 84 por ciento piensa que para los padres de familia es estresante que los hijos estén recibiendo educación desde casa, y 83 por ciento considera que esta sensación es experimentada por los alumnos por no asistir a la escuela. La mayoría estima que para los padres de familia es muy difícil organizarse con las clases, apoyar a los hijos con las dudas, con las tareas, las aplicaciones de internet o correos electrónicos.
Realizada por el Centro de Opinión Pública de la UVM, entre los meses de noviembre y diciembre, bajo una metodología que cuidó la representación a nivel nacional, por edad, sexo, nivel socioeconómico, entidad y ocupación, la encuesta señala que el 34 por ciento opina que las condiciones en que los niños están tomando clase actualmente generará una brecha educativa, para 46 por ciento esta brecha ya existe y se ampliará todavía más, y sólo el 20 por ciento considera que esta brecha se acortará o desaparecerá.