El Cairo. Casi dos años después del derrocamiento del dictador Omar al-Bashir, Sudán está dando pasos para reintegrarse a la comunidad internacional de la que fue excluida. Eso incluye a su industria de cine y por primera vez en su historia, Sudán presentó una película para consideración en los Premios Oscar.
Producida por un consorcio de compañías europeas egipcias, pero con un director y un reparto sudaneses, la cinta Morirás a los 20 competirá en la categoría de Mejor Película Internacional.
La película narra la historia de un joven cuya muerte a los 20 años ha sido profetizada poco después de su nacimiento, arrojando una sombra sobre su vida. Refleja las cargas que pesan sobre una generación de jóvenes en Sudán.
Basada en un cuento del novelista sudanés Hammour Ziyada, la película, de acuerdo con los críticos, demuestra que la escena cultural en Sudán se está despertando tras décadas de opresión.
Fue producida en medio de protestas masivas contra al-Bashir, que fue derrocado por el ejército en abril de 2019 tras gobernar el país durante casi 30 años.
“Fue una aventura”, dijo a The Associated Press el director Amjad Abu Alala. “Había protestas en las calles que para cuando comenzamos a filmar se habían convertido en una revolución”.
La revuelta en Sudán estalló a finales de 2018 y al aumentar el número de personas en las calles, las fuerzas armadas intervinieron y derrocaron al presidente islamista. Desde entonces, el país se ha enfrascado en una frágil transición a la democracia, poniendo fin a décadas de gobierno autocrático que limitó las libertades artísticas.
La presentación de la película a los Oscar fue anunciada en noviembre por el ministerio de Cultura, un mes antes del segundo aniversario del alzamiento.
Sigue una narrativa escrita por Ziyada sobre la vida de un niño en la década de 1960 en una aldea remota, donde los habitantes son mayormente guiados por las tradiciones y creencias sufíes, una rama mística del islam.