Oslo. El Tribunal Supremo de Noruega desestimó el martes la denuncia presentada por dos ONG que pedían la anulación de los permisos de explotación petrolera en el Ártico argumentando razones medioambientales.
La más importante instancia judicial del país nórdico rechazó por 11 votos contra 4 la demanda presentada por Greenpeace y Natur og Ungdom ("Naturaleza y juventud"), que consideraba anticonstitucional la atribución en 2016 de 10 licencias de explotación petrolera en el mar de Barents.
Las dos ONG sustentaron su demanda en el Acuerdo de París sobre el clima, que desea limitar a menos de 2ºC el calentamiento del planeta y consideraron que la decisión del gobierno noruego no respetaba el artículo 112 de la Constitución que garantiza a todos el derecho a un medioambiente sano.
Pero el Tribunal Supremo confirmó la decisión de dos instancias judiciales inferiores y concluyó que el artículo 112 no podía aplicarse en este caso.
Además, estimó que la atribución de estas licencias no se oponía a la Convención europea de derechos humanos porque no representaba "un riesgo real e inmediato" para la vida e integridad física.
Esta decisión "significa que la juventud no es protegida frente a los daños medioambientales que ponen en peligro nuestro futuro", dijeron portavoces de la ONG Natur og Ungdom en un mensaje en Twitter.
Para Greenpeace, este juicio era "histórico" ya que podía influir en la futura política petrolera de Noruega, gran productor de hidrocarburos.