Familiares de Marisela Escobedo, asesinada hace 10 años frente al palacio de gobierno de Chihuahua –en el sexenio del priísta César Duarte Jáquez– y organizaciones civiles emplazaron a la Fiscalía General del estado (FGE) a que reabra las investigaciones por la muerte de la activista, ultimada cuando exigía justicia por el feminicidio de su hija Rubí Marisol Fraire Escobedo.
La familia Fraire Escobedo, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, Mexicanos en el Exilio y el Centro de los Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) exigieron en conferencia de prensa virtual justicia por el asesinato de Marisela Escobedo, perpetrado el 16 de diciembre de 2010.
Hasta el último momento ella creyó en el gobierno mexicano, que ayudó a que la asesinaran, pero vamos a seguir pidiendo la justicia por la que ella murió, y exigimos a las autoridades que cumplan
, manifestó Jessica Fraire.
La familia y las organizaciones civiles entregaron dos peticiones, una dirigida al gobierno federal y otra a la fiscalía de Chihuahua, para que extraditen a Andy Barraza, preso en Estados Unidos, y lo investiguen como presunto coautor material del asesinato.
Carlos Spector, abogado de Mexicanos en el Exilio, expuso que la familia de Marisela solicitó asilo político en Estados Unidos porque ha recibido amenazas y exige la investigación y arresto del verdadero asesino de su madre, quien para ellos es Andy Barraza, hermano de Sergio Barraza, a quien la fiscalía señaló como autor intelectual.
El abogado consideró que hay evidencia para solicitar la extradición y declararlo culpable luego de una investigación por las autoridades competentes en México
.
Las pruebas de su presunta complicidad son su relación con Sergio Barraza Bocanegra, feminicida de Rubí Marisol y autor intelectual del homicidio de Marisela; la declaración de Ricardo Escobedo, hermano de la activista, quien lo vio perpetrar el asesinato de su hermana; además, su hijo, Juan Manuel Fraire recibió amenazas de muerte de Andy Barraza.
Spector recordó que los hijos de Marisela Escobedo han protestado en el consulado de México en El Paso, Texas, para que la FGE acuda a Estados Unidos y testifique contra Andy Barraza por su coautoría en el crimen.
Juan Manuel Fraire, hijo de Marisela Escobedo, también envió una carta personal al presidente Andrés Manuel López Obrador en la que le pide reabrir el caso “porque no hubo justicia y no se castigó al verdadero asesino.
Exhortamos que las autoridades locales y federales a que no abandonen el caso. Sabemos que la investigación está cerrada, pero nunca sentenciaron al verdadero responsable
, reclamó.
Dijo que José Enrique Jiménez Zavala, El Wicked, supuesto autor material presentado por la FGE, “fue un chivo expiatorio. Nunca se comprobó la acusación ni que él fue el asesino de mi mamá, y el autor intelectual, Sergio Barraza, fue asesinado y no recibió castigo.
Este gobierno tiene la oportunidad de resolver el caso de Marisela Escobedo, de extraditar a Andy Barraza, el hombre que un testigo señaló como el sujeto que disparó el arma y está detenido en Estados Unidos
, emplazó Juan Manuel Fraire a la autoridad federal.
Marisela Escobedo inició su reclamo social en 2008, cuando su hija Rubí Marisol, de 16 años, fue asesinada por su pareja Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien fue abatido en 2012 en Zacatecas por militares, pues era parte de una célula del grupo delictivo Los Zetas.
El Cedehm informó que da seguimiento a una solicitud a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para documentar las irregularidades de que fueron víctimas Rubí Marisol Fraire, Marisela Escobedo y 17 miembros de su familia.
Ruth Fierro, integrante del Cedehm, consideró que esclarecer el asesinato de la activista sentará un precedente para la resolución de casos similares.
En Ciudad Juárez, la Red Mesa de Mujeres y madres de desaparecidas rindieron un homenaje a la activista en su tumba y demandaron a las autoridades que pongan un freno a los feminicidios.
También en la Ciudad de México, un grupo de feministas se manifestó en la representación de gobierno de Chihuahua, ubicada en la colonia Roma, a fin de reclamar justicia para Marisela Escobedo.
El grupo de mujeres, vestidas de negro y con el rostro cubierto, hizo pintas en las vallas metálicas colocadas para resguardar el inmueble. Marisela Escobedo vive
, Ni una menos
, Justicia
y México feminicida
fueron algunas de las leyendas que escribieron.