Ciudad de México. El Banco de México (BdeM) determinó mantener su tasa de interés interbancaria en 4.25 por ciento ante la expectativa de que la inflación a mediano y largo plazos se mantuvo estable en niveles superiores a la meta de 3 por ciento.
El instituto central indicó que la economía mundial y los mercados financieros internacionales están sujetos a diversos riesgos, destacando la evolución de la pandemia, la producción y distribución de vacunas, la suficiencia de estímulos fiscales y otras tensiones a nivel global.
En su última decisión de política monetaria del año, el BdeM explicó que el comportamiento reciente de la inflación general y subyacente, y de los factores que inciden en ellas, implican trayectorias en el horizonte de pronóstico similares a las previstas en el último informe trimestral y se sigue anticipando que las correspondientes a los próximos 12 a 24 meses estén alrededor de 3 por ciento. Estas previsiones están sujetas a riesgos de corto y de mediano plazos, advirtió.
Los riesgos para la inflación a la alza son presiones en la inflación subyacente por la recomposición del gasto hacia las mercancías, episodios de depreciación cambiaria y diversas presiones de costos para las empresas. “El balance de riesgos alrededor de la trayectoria esperada para la inflación es incierto”.
Hacia delante, la conducción de la política monetaria dependerá de la evolución de los factores que inciden en la inflación general y subyacente, en sus trayectorias previstas en el horizonte de pronóstico y en sus expectativas.
La inflación subyacente es la que excluye a los precios de mayor inestabilidad o volatilidad como son los de los energéticos y los productos agropecuarios.
La Junta de Gobierno del BdeM reconoció que la actividad económica global ha venido recuperándose, aunque de manera heterogénea entre países y sectores.
Los mercados financieros globales han mostrado un comportamiento positivo impulsado por los avances en el desarrollo de vacunas para combatir al Covid-19, la expectativa de un nuevo paquete de estímulo fiscal en Estados Unidos y la menor incertidumbre geopolítica.