Madrid. La cápsula de retorno de la sonda Chang’e-5 de China aterrizó en la Tierra ayer a las 17:59 horas locales, con las primeras muestras recolectadas de la Luna en más de 40 años, en el mundo.
A la 1:59 del 17 de diciembre, hora de Pekín, el retornador del proyecto de exploración lunar Chang’e-5 aterrizó con éxito en el área planeada de Siziwang Banner, Mongolia Interior, lo que marcó la primera misión china de muestreo y retorno de cuerpos extraterrestres, informó la Programa de Exploración Lunar China en su cuenta de Weibo.
La sonda, que comprendía al lanzamiento con un orbitador, un módulo de aterrizaje, un ascendente y un retorno, fue lanzada el 24 de noviembre y su combinación de módulo de aterrizaje y ascendente aterrizó en el norte del Mons Rumker en Oceanus Procellarum, también conocido como el Océano de las Tormentas, en el lado cercano de la Luna, el primero de diciembre. Allí recogió muestras lunares en los días siguientes tras lo cual emprendió su viaje de regreso desde la órbita lunar. Son las primeras desde las traídas en los años 70 por soviéticos y estadunidenses.
Programa de reproducción espacial
Además de estas muestras, los científicos chinos esperan otro paquete del viaje espacial: una variedad de semillas de plantas que pueden traer mayores cosechas. Según la Space Breeding Innovation Alliance, citada por Xinhua, su programa de reproducción espacial era parte de la carga útil.
Las semillas, que incluyen arroz, orquídeas, alfalfa y avena, se embarcaron en el viaje de ida y vuelta a la Luna el 24 de noviembre, cuando se lanzó la sonda.
El cultivo espacial en China comenzó en la década de 1980. Después de estar expuestas a la radiación cósmica y a la gravedad cero, algunas semillas pueden mutar y producir mayores rendimientos, así como tener mejor calidad cuando se vuelven a plantar en la Tierra, sostienen científicos.
Con el desarrollo del programa espacial de China, los investigadores del Instituto de Ciencias Farmacéuticas y Ganaderas de Lanzhou han buscado semillas de forraje de calidad mediante nuevas tecnologías espaciales, con la esperanza de reducir la dependencia de las importaciones.
Desde 2009, ese instituto ha enviado 38 lotes de semillas de nueve tipos de forrajes al espacio en siete viajes, incluidas tres naves de la serie Shenzhou, el laboratorio espacial Tiangong-1, el satélite recuperable Shijian-10 y la nave tripulada de nueva generación y Chang’ Sonda e-5. El instituto ha cultivado alfalfa zhongtian número uno, que se cultiva ampliamente en el norte de China.
Los investigadores dicen que no es posible predecir si las semillas enviadas al espacio eventualmente mutarán o cómo lo harán. La respuesta sólo se conocerá cuando a su regreso sean plantadas y continúe su cultivo.