Ciudad de México. Aún no están sentadas las bases que requiere el país para la recuperación económica tras la crisis que ha ocasionado la pandemia de Covid-19, advierte Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
El representante de la banca mexicana, considera que es necesario revertir la tendencia de caída en diferentes sectores, como la inversión o el consumo, algo que se obtiene mediante mayor confianza.
En entrevista con La Jornada, Niño de Rivera asegura que la actual pandemia ha cambiado la cara del país, pues luego del segundo trimestre del año, mismo en el que la economía prácticamente se colapsó, quedaron expuestos diversos estragos y diferencias entre los mexicanos.
Si bien, considera que la relación que se tiene con el gobierno por parte de las instituciones bancarias ha sido cercana y de mutuo respeto, los bancos en el país ven con suma preocupación todos aquellos temas enfocados en el control de precios y comisiones, puesto que generan escasez de productos.
–¿Cree que hoy ya están sentadas las bases para la recuperación económica?
–No, todavía no. Los proyectos de infraestructura se han anunciado, pero toman tiempo, el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) todavía está lento; hay más de cuatro y medio millones de personas que no han recuperado su ingreso.
Si nada más vemos el sector formal y los empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social, nos quedamos cortos, porque la informalidad en este país es muy elevada, el cálculo es arriba de 50 por ciento y ahí es donde estamos todavía viendo grandes problemas de inactividad económica.
–¿Qué es entonces lo que se debería hacer?
–Apoyar, vía la banca de desarrollo, a las mipymes, acelerar la inversión en planta y equipo y en infraestructura, que es la inversión fija bruta, la cual lleva 24 meses de caída y si no revertimos eso, va a ser imposible que el empleo suba y por lo tanto el consumo.
–¿Cuál es el balance que haría la ABM respecto de las acciones que están realizando la administración y el Congreso? ¿Van en la dirección adecuada?
–En la ABM vemos con enorme preocupación, la intención de controlar precios en el sistema financiero, no hay nada más perverso en una economía que controlar precios y está demostrado en todos lados, dentro y fuera de México. Cuando usted determina desde una posición central cuál es el precio de un bien o de un servicio, usted en ese momento empieza a generar escasez, cuando usted permite que los precios los determine el mercado con ciertas reglas, usted lo que promueve es competencia.
La aprobación a los topes de las comisiones de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), lo vemos con enorme preocupación porque son controles de precios y ahí lo que va a acabar es haciendo daño a un sistema de competencia que ha funcionado bien porque la historia de las comisiones de las Afore es clara, se han reducido a menos de la mitad de lo que eran inicialmente.
–¿Pasa lo mismo en el sistema bancario?
–Lo mismo. Las iniciativas que promueven topes a tasas de interés y a comisiones son controles de precios y eso daña a la economía porque genera escasez, que por otro lado provoca un mercado irregular, paralelo, porque los controles de precios no están fundamentados en costo operativo, margen de resultados, en capacidad de innovar o invertir en capacidad de desarrollo, eso para nosotros es de enorme preocupación.
–¿Qué han hecho los bancos?
–Hemos demostrado en los pasados 24 meses que la competencia y el trabajo estrecho con los reguladores, produce resultados favorables, hemos reducido las comisiones en número, monto y hemos cambiado mediante la tecnología la oferta y el costo para el cliente de muchos servicios que antes costaban y que ahora son gratuitos por vía digital.
Las personas ya no tienen que trasladarse a la sucursal, pueden hacer operaciones a cualquier hora del día o la noche con su teléfono; tenemos 28 millones de usuarios de las aplicaciones en teléfonos inteligentes, usted entra a su cuenta y ve el saldo o estado de cuenta de inmediato y sin costo, esa opción es lo que está transformando el concepto de cobro de comisión y muchos otros servicios en ese mismo contexto.
–¿Se habla de la reducción de comisiones?
–Hemos venido transparentando, homologando y depurando la lista de comisiones que cada banco tiene, pagando, diseñando comisiones por servicio y no por producto; eso nos ha hecho mucho más competitivos y más atractivos para nuestros clientes, ha bajado el ingreso por comisiones de la banca considerablemente en estos 24 meses.
Es prueba clara que sí funciona la competencia y la tecnología que fue lo que le planteamos al senador Monreal hace pocas semanas y nos dijo que reconocía el esfuerzo pero que era insuficiente y tiene razón, todavía tenemos una meta más ambiciosa para el año que entra y vamos a seguir trabajando en el mismo sentido.
–¿Tiene alguna perspectiva de cómo esta pandemia cambiará las cosas en el país en el aspecto social, habrá mayor desigualdad, cómo están viendo las cosas?
–Ya las cambió en muchos sentidos, la pandemia primero produjo un confinamiento y un colapso económico, el segundo trimestre de este año va a ir a la historia como la peor contracción que hemos tenido en décadas, se cayó más del 18 por ciento del producto interno bruto en un trimestre, ¿eso qué hizo? afectó el lugar donde más empleo había, micro, pequeñas y medianas empresas y personas físicas con actividad empresarial.
“El Inegi reportó que había como resultado de ese trimestre, 12 millones y medio de personas que habían dejado de recibir ingresos y cuando se habla de mipymes y personas físicas con actividad empresarial, se está hablando de muchas personas que viven al día, ¿qué ha mitigado eso?
Sin duda los apoyos sociales del gobierno federal más las remesas, que tendrán un año histórico, vamos a estar en 40 mil millones de pesos que ha ayudado a aliviar toda esta presión social de las personas que se quedaron sin ingresos
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–¿Entonces qué se necesita hacer?
–Necesitamos recuperar la capacidad de generar empleo a base de invertir en planta, equipo e infraestructura y en apoyo a esos empresarios micro, pequeño y medianos y a la banca de desarrollo para que recuperen su capacidad productiva y con eso el empleo y consumo, que es el gran motor que mueve la economía.