San Blas Atempa, Oax. Perder un brazo tomó a Daniel Medina Felipe mucho tiempo de reflexión y a cuatro años de ese suceso explica que la discapacidad le permitió conocerse mejor porque desarrolló nuevas habilidades; hoy forma parte de la policía municipal de San Blas Atempa, Oaxaca, donde desempeña actividades administrativas.

De 32 años de edad, esposo y padre de dos menores, Daniel asegura que “volvió a nacer” cuando tocó su cuerpo y sintió que le faltaba una extremidad; en su trabajo fue despedido de forma inmediata y ahí comenzó su calvario.

Durante dos años dejó infinidad de solicitudes en diversos negocios y tiendas departamentales que presumen “inclusión social” pero nadie lo contrató, finalmente en el 2019 coincidió con el alcalde Antonino Morales quien lo invitó a formar parte de la corporación.

Aprendió a escribir con su mano izquierda y a ver la vida de forma distinta, actualmente no hay actividad que no pueda desempeñar.

En Oaxaca, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, por cada mil habitantes, hay 65 personas con discapacidad, de los cuales la mayoría son personas adultas mayores, pero también hay 13 mil 382 niñas, niños y adolescentes que viven con discapacidad motriz.

Daniel reconoce que no es nada fácil aceptar su condición, incluso tuvo que asistir a terapias físicas y psicológicas que le permitieron desarrollar una conciencia plena de lo que vivirá el resto de su vida.

También acepta que la ayuda familiar, la de su esposa principalmente, hizo que se mantuviera firme y no se qujebrantara mucho más tiempo.

“Como jefe de familia y proveedor económicamente me movía mucho mi situación, porque desafortunadamente existe el estereotipo de que nosotros somos los ‘machos’ y que mantenemos una familia, pero al ver que me rechazaban en cada uno de los empleos, pues no me quedó de otra que continuar buscando, hasta que por fortuna mi amigo Paco Sesna me recomendó con el presidente municipal y mira, ya tengo 2 años como policia municipal”, explicó.

Asegura que es frustrante saber que la inclusión todavía es una utopía, pues no se cumple aunque la promuevan, según constato.

“Acudí a muchas tiendas departamentales a pedir empleo, me hacían llenar un montón de solicitudes y finalmente no me daban nada, entonces entendí que efectivamente hace falta mucho por concientizar; no porque no tenga un brazo soy un ser inservible, al contrario, he desarrollado otros talentos y por fortuna me reconocen en esta corporación, a la cual tengo dos años de pertenecer”.

Ejemplo de perseverancia y talento

Con su uniforme azul marino, Daniel escribe con la mano izquierda los datos de una queja, contesta el teléfono y comunica por radio los reportes a sus superiores; estas y otras actividades son las que desempeña todos los días en las instalaciones del cuartel municipal en donde es el encargado de ayudar en la administración.

Víctor López Lobo, director de Seguridad Pública de San Blas Atempa expresó que la función de Daniel como elemento de seguridad municipal es satisfactoria, y explicó que así como cumple con sus funciones administrativas, también se integra a los ejercicios físicos.

El funcionario municipal resaltó que incluirlo es un ejemplo pues así la sociedad aprende a mostrar respeto y admiración por personas con discapacidad y sirve para romper la discriminación que asegura sigue imperando.

“Aquí le dimos un espacio que él se ganó, porque su trabajo lo vale, lo que hacemos es poner el ejemplo y se lo he dicho, porque si los excluimos, la mayor parte caerá en vicios del alcohol o las drogas, o en el peor de los casos, del crimen organizado, y eso no lo queremos, ojalá y otras corporaciones policiacas retomen integrar a todas las personas, ser incluyentes para mejora de nuestras sociedades”, dijo.

En la comandancia, una mujer también uniformada, le da indicaciones a Daniel; es Ana Lilia Gazga Serrano, comandante de grupo y jefa del joven policía.

“Daniel es un verdadero ejemplo a seguir, no tengo quejas de él, al contrario, ayuda mucho, se vale por sí mismo y es buen compañero, nos ha gustado su actuar y su presencia, aquí nos llevamos bien todas y todos, nos sentimos orgullosos de tener a un compañero que saca su trabajo por sí mismo y no se rinde para nada”, explicó.

Gazga reconoce que no es fácil para las empresas y tampoco para las dependencias ser incluyentes porque les genera tal vez gastos o adecuaciones, pero la realidad es que debieran hacerlo “porque talento hay, solo falta la oportunidad”.

De los 32 elementos que conforman la policía municipal de San Blas Atempa, Daniel es la única persona con discapacidad motriz.

Esta es una de las corporaciones policiacas del Istmo de Tehuantepec que cuenta con siete elementos con Certificado Único Policial, inclusive por encima de municipios como Juchitán, Salina Cruz y Tehuantepec.

Daniel forma parte de la segunda etapa de los policías que próximamente lograran dicho certificado, y con ello podrá continuar su formación en este sector.