Ciudad de México. Ante la prolongación de la problemática económica que experimenta la aerolínea Interjet, Francisco Joaquín del Olmo Velázquez, líder de la sección 15 de la CTM, solicitó al gobierno federal que realice la requisa de la empresa conforme a lo que establece el artículo 83 de la Ley de Aviación Civil.
Este fin de semana nuevamente la aerolínea suspenderá todas sus operaciones debido a la falta de recursos para pagar el combustible, situación que ha ocurrido ya en diversas ocasiones, incluso por varios días. Hoy viernes la aerolínea tenía cinco salidas desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y tres llegadas, esas ocho operaciones fueron canceladas.
Esta situación ha generado numerosas quejas de los clientes, y a través de sus redes sociales Interjet ha pedido la comprensión de los usuarios pues debido a los reclamos su centro de atención se ha saturado.
El líder sindical indicó que “con enorme decepción y tristeza hemos visto como durante más de cuatro meses los nuevos accionistas de Interjet Carlos Cabal y Alejandro del Valle se burlan de clientes, gobierno, proveedores, y principalmente de sus trabajadores. Se fijan ellos mismos los tiempos y las condiciones de sus promesas y no cumplen. No importa si las promesas se realizan ante sus trabajadores o ante secretarias de Estado; el resultado es el mismo”.
Consideró que dichas promesas y “excusas son muchas y todos los días”, pues anunciaron una “inversión multimillonaria de más de 150 millones de dólares que nunca llegó”.
Añadió que “la familia Alemán les entregó el control de la empresa con visto bueno que debió dar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ya que se explota una concesión de servicio público de transporte aéreo regular de pasajeros.
No es poca cosa, la tarea de conectividad y transporte aéreo que originariamente le corresponde proveer al Estado y que este a su vez concesionó a Interjet, se le entregó a quien no tiene un proyecto para la empresa, ni para México, ni parece poseer la capacidad financiera, administrativa, técnica, jurídica ni moral para entregar un servicio público con calidad, seguridad, costo y eficiencia”.
A razón de ello el gremio que afilia a los trabajadores de Interjet solicitó la intervención del gobierno federal para que “investigue por qué se permite ser accionista, de una empresa concesionaria de un servicio público, a quien no tiene la capacidad para explotarla”.
“Los trabajadores solicitamos al Gobierno de México realice la requisa de la empresa para no perjudicar el interés público, la seguridad, ni la economía nacional, en términos de lo dispuesto por el artículo 83 de la Ley de Aviación Civil”.
Remarcó que dejar en manos de los accionistas actuales a Interjet “claramente atenta contra la seguridad nacional, la economía y el interés público. Consideramos que se perjudica la economía nacional cuando desaparece un competidor del segmento. Bajo la administración de estos accionistas, es posible que la empresa quiebre y la economía de los mexicanos sufrirá al subir el precio de los boletos”.
Alertó que de no realizarse la requisa podría haber una “pérdida de más de siete mil millones de pesos que se le deben al gobierno en impuestos, además de ingresos anuales por más de 350 millones en IMSS e Infonavit, sin contar con los más de ocho mil millones de pesos anuales que se compran a empresas del Estado en combustible”.
En contraparte “si se requisa con una administración responsable, se puede recuperar su dinero adeudado y generar más dinero en impuestos cada año”.
El sindicato destacado que es un tema de “seguridad nacional, pues si Interjet desaparece, dejaremos en manos extranjeras el control de la aviación nacional, aún y cuando digan que es inversión neutra”.
Aseguró que ese “es un concepto creado en la época neoliberal que solo busca burlar las limitantes legales de participación extranjera en sectores estratégicos de México, que justamente buscaban conservar la soberanía y seguridad nacional. Así es como se ayuda a México y a los trabajadores de la única línea aérea que queda completamente mexicana”.
Insistió en que “si no se hace algo, los perdedores serán en orden de montos adeudados, el gobierno, los clientes, y los trabajadores. En suma, pierde México”.
Expuso que los trabajadores “lo único que deseamos es que la fuente de trabajo subsista y estamos en contra de que nos quieran orillar a estallar la huelga. Más del 90 por ciento de los trabajadores está en contra de la huelga y a favor de su trabajo. Por eso el emplazamiento a huelga se prorrogó al 8 de enero de 2021”.
Consideró que “si los accionistas están esperanzados en que los trabajadores les den el pretexto perfecto para lavarse las manos, eso no va a suceder”.
Explicó que los trabajadores llevan ya casi tres meses sin cobrar y “aunque no deberían, se han presentado puntualmente a laborar, a pesar de mentiras y promesas falsas por amor a su trabajo y para servir a sus clientes. De esa clase son los trabajadores de Interjet; de mucha clase, de esa clase que no es la de los accionistas”.