La Cuarta Transformación representa una nueva forma de gobernar, sin privilegios, sin corrupción, con transparencia y cercanía. Un nuevo modelo económico basado en la austeridad republicana, la disciplina fiscal, el pago de impuestos sin indultos al que más posee, que distribuye riqueza de forma directa al pueblo sin intermediarios, que promueve la economía con inversión pública y fomenta la inversión privada sin corrupción, que planea el desarrollo, que reconoce la imperiosa necesidad de un salario digno para los trabajadores, que cultiva el medio ambiente, que invierte donde históricamente no se ha hecho para disminuir desigualdades.
Un modelo que concibe a la educación, la salud, la vivienda, la cultura, la pensión a los adultos mayores como derechos. Que engrandece el derecho a una vida digna para todas y todos, que reivindica a nuestros pueblos originarios.
Un modelo que concibe la paz como fruto de la justicia, que atiende las causas para proveer seguridad, que enaltece los derechos humanos, la honestidad y la división clara entre delincuencia y Estado como ejes fundamentales de la estrategia de seguridad. Que cree y actúa a través de la acción pacífica y del convencimiento y no por la violencia.
Un modelo en donde se fomentan la democracia participativa, el derecho a la diversidad, que defiende la libertad de expresión y de manifestación, que no reprime.
Un modelo que fomenta una forma de pensamiento crítico pero que apela a la ética, al amor y la solidaridad. Que no pone al dinero como el poder supremo sino que sabe que la verdadera felicidad se obtiene cuando se ama y trabaja por la familia, por los otros, por la naturaleza y para la patria. Un modelo que busca la prosperidad compartida, que enarbola la ética de la inclusión y el apoyo entre todos y todas. Que cree en la libertad, en la igualdad entre hombres y mujeres, que condena la discriminación y sostiene que no hay progreso sin justicia.
Es transformación porque es un rompimiento con el modelo anterior y la construcción de un nuevo modelo de gobernar, un nuevo modelo del estado de bienestar, de economía moral y de ética y cultura. Es un modelo que tiene la certeza que la democracia, la paz, la igualdad, la justicia, la dignidad y la grandeza de nuestra historia construyen una patria en la que nadie se queda atrás.
De ahí venimos, ese es nuestro anhelo y nos emociona ver como cada día se va transformando nuestro país, nuestra Nación hacia esa nueva realidad.
Por eso, siempre reivindicaremos nuestro origen y nuestra confianza de que se han sentado las bases de la transformación.
Gobernamos con corazón, entusiasmo y convicción y honrados de servir a este gran pueblo de la Ciudad de México. Que sorprende todos los días por su espíritu incansable de lucha.
Nuestra ciudad es hermosa y hoy más que nuca no debemos perder la esperanza en nuestro futuro. Aquí estamos para servir a la ciudadanía, con toda nuestra convicción en la rendición de cuentas y el compromiso de estar a la altura de los habitantes de la grandiosa Ciudad de México.
* Discurso de cierre del 2º año de gobierno. Rendición de cuentas.