Ciudad de México. En la séptima sesión de diálogo con la comunidad otomí residente en la Ciudad de México, que ocupa el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), autoridades del gobierno federal y de la Ciudad de México, expusieron temas de salud, educación y trabajo, pero la exigencia del cese de las obras en Santiago Mexquititlán, Querétaro también fue puesta en la negociación por parte de los otomíes.
Desde que tomaron las instalaciones demandaron que se pararan las obras que se llevan a cabo en ese poblado, por parte de las administraciones municipal y estatal, no obstante, denunciaron que las remodelaciones continúan.
Exigieron diálogo con Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y advirtieron que de no ser escuchados manifestarán su malestar en las instalaciones del INAH en la Ciudad de México y en Querétaro.
“De lo contrario, mañana a primera hora haremos la misma intervención a las instalaciones del INAH en la Ciudad de México, y en Querétaro, porque ellos no tenían ningún derecho a ir a meterse de un momento a otro a destruir nuestro templo histórico”.
“No se han metido adentro del templo, porque nosotros los cargueros (aquellos que ayudan en la iglesia limpiando y apoyando en fiestas patronales) lo impedimos. Han hecho los trabajos al interior del templo, pero con eso basta para saber que lo que les interesa es la módica cantidad que se van a embolsar cada quien”.
Los gobiernos local y estatal son administraciones panistas, y las autoridades del INPI han señalado que ya los informaron sobre la demanda de los otomíes.
Bertha Dimas Huacuz, enlace del INPI con la Secretaría de Salud en el tema de COVID-19 y cooridnadora general de patrimonio cultural investigacion y educacion indigena del instituto habló del programa de Salud Indígena Intercultural.
Indicó que a diferencia de lo que ocurrió en otras administraciones, el INPI trabaja en la integración de la medicina tradicional en los servicios públicos de salud, para contar con médicos tradicionales que atiendan padecimientos de manera integral.
“Podemos buscar la forma de hacer un trabajo coordinado, con ustedes y las autoridades de salud”, les planteó .
Dijo que si bien el INPI no tiene injerencia directa en el ámbito sanitario, reconoce las deficiencias que hay en el sistema de salud en atención a población indígena y admitió que hay rezago en diversos aspectos.
Sobre educación expuso que a través del Programa de Apoyo a la Educación Indígena, se brinda apoyo a estudiantes indígenas, a través de distintas modalidades, y reiteró su disposición de atender a la comunidad Otomí en este rubro.
El doctor Francisco Garrido, director general de política de planeación sectorial de la Secretaría de Salud capitalina exhortó a los otomíes a sumarse al esquema de atención gratuita que tiene el gobierno capitalino, pero reconoció que un aspecto que se debe superar es que muchos de los otomíes no cuentan con documentos que comprueben su residencia en la Ciudad de México, pues los perdieron en el sismo de 2017.
Los otomíes recordaron que “llevamos 528 años resistiendo a tantas injusticias, represión, a tanta ignorancia. Lo único que queremos como pueblos originarios es que se nos respete a nuestros pueblos a nuestra autonomía, pero parece ser que los gobiernos no entienden, pero parece ser que lo que hablamos y decimos, no nos escuchan”.
Aseguraron que “de las acciones que hagamos, ustedes (gobiernos) tienen la culpa, porque no nos respetan, y no nos responden. Desde 12 octubre hemos exigido se pare la obra en Santiago Mexquititlán. Hemos pedido a los tres niveles de gobierno, y no se nos ha respondido. Sigue el robo y el saqueo, la misma imposición, nos preguntamos dónde están esas leyes, esos que pregonan que tenemos derechos. ¿por qué siempre la imposición?”.
