Ciudad de México. El mensaje que les puedo dar es que sean persistentes con sus sueños, que pueden existir muchos obstáculos en el camino, pero de cada uno de esos obstáculos se aprende, si te caes una vez, vuelve a levantarte, y algo que yo me decía cuando estaba en la travesía de hacer la película (Roma) era que de cada uno de esos tropiezos y errores tenía que aprender, expresó la actriz y profesora Yalitza Aparicio, quien conversó este sábado 5 de diciembre con el curador honorario de La Ciudad de las Ideas.
El encuentro, en el segmento RE-EVOLUTION / MEX I CAN, conducido por Lidia Camacho, directora de @prende.mx, participaron la cantante y compositora Lila Downs; el paleontólogo y biólogo mexicano Joaquín Arroyo-Cabrales, quien dio la charla Perspectivas actuales para el estudio de los mamuts en la cuenca de México; el diseñador Enrique Lomnitz, quien habló del sistema que ha creado de captación de agua de lluvias en la Ciudad de México, y virtuosa del piano, quien cuenta con 14 años, la mexicana María Hanneman.
Durante la charla Yalitza Aparicio, respondió a la pregunta de cuál ha sido el reto más grande que ha enfrentado, a lo que ella contestó: “El reto más grande que tenemos las personas es confiar en nosotros mismos, la barrera más grande para cumplir nuestro sueños es uno mismo; es muy complicado aprender a darnos cuenta de las habilidades que tenemos, esas capacidades que vamos adquiriendo poco a poco; simplemente estar seguros de que podemos realizar las cosas. Darme cuenta de que podía hacer las cosas ha sido lo más difícil, y esto se debe al contexto social en el que crecí”.
Respecto de cuál considera que es su principal virtud, Yalitza Aparicio dijo que “es ser empática, poder comprender las situaciones de las otras personas, aunque nunca vas a sentir lo que sienten o no vas a poder experimentar lo que las demás están pasando, pero podemos ser empáticos”. Hizo alusión que al expresar opiniones sobre diversas situaciones sociales fue atacada, pero eso sólo hizo que reforzara su empatía por las demás personas.
A la pregunta de si fue atacada porque estaba trabajando en esta época de pandemia, y Yalitza respondió que todos conocen sus orígenes y ella vive y trabaja con una comunidad que se enfrentó ante la situación de tener que quedarse en casa pero, ¿cómo ingresa la comida? “Entonces, vamos a morir de hambre o morir por la pandemia. Ahí es donde tiene que entrar la capacidad de comprender la situación del otro. Siempre he dicho que quien tenga la posibilidad que se quede en casa, porque hay quienes han salido de fiesta o de vacaciones”.
—¿Cómo fue para ti antes, durante y después de la película Roma?
—Antes de la película era una mujer totalmente encerrada en su zona de confort que creía que más allá de ese lugar no había oportunidades y que pensaba que había logrado la meta más alta que la misma sociedad y mi contexto social me habían impuesto. No consideraba que mi voz tuviera fuerza; para mí era complicado socializar con las personas que no conocía, solamente me desenvolvía con quienes conozco desde mi infancia; tuve que darme cuenta que ese mundo no era suficiente, había un mundo más allá.
Durante la filmación —continuó narrando Yalitza Aparicio— viví ese proceso de tener confianza en mí, en lo que estaba realizando, me di cuenta que cada trabajo tiene una importancia y tiene un valor, pude darme cuenta que todas las profesiones son importantes; el mundo se sostiene por todos los oficios, por todas las profesiones.
Después de Roma —agregó— vino la parte de darme cuenta que había pasado por el proceso de ese trabajo, que mi perspectiva era otra, y entonces pude saber que ahora se trataba de continuar por el mismo camino, seguir tocando puertas, cometiendo uno y otro error, levantándome, pero nunca rendirme. Esa es la enseñanza más bonita que me ha quedado de Roma.
—¿Qué es para ti la felicidad?, —le inquirió Andrés Roemer.
—La felicidad es algo que cada quien se determina. Cuando eres niño es tener el juguete que tanto deseas. En una época pensaba que para mí la felicidad era comprarme mis propios libros. Ahora pienso que la felicidad es aquello que te da tranquilidad a ti y a los que te rodean.
El curador honorario de La Ciudad de las Ideas le cuestionó: “He visto que estás en muchas cosas, peleando por la equidad, por la justicia, ¿a ti te da felicidad trabajar?, ¿te daría más felicidad seguir haciendo cine? ¿o continuar como activista social?
—Poder tener en armonía mis pensamientos, mis sentimientos y mis acciones —respondió Yalitza Aparicio. Debo ser muy coherente, no puedo estar luchando por una causa y luego hacer todo lo contrario. Ser coherente me da tranquilidad. Me han dicho que estoy luchando en muchas causas pero yo creo que todas van de la mano, todas son una: encontrar la equidad e igualdad de oportunidades en la sociedad.
Muchas personas me han dicho que para cuándo la siguiente película —remató la actriz— pero algo a lo que me ha tocado enfrentarme es que han llegado mucho guiones pero cuando te sientas al leerlos la mayoría de ellos encasillan a las personas o en este caso al personaje que hay que representar y ahí es cuando debe entrar la coherencia, si estás luchando por algo, no puedes tomar los papeles que en lugar de abrir la puertas las están cerrando, y tienes que trabajar en todo caso con el guionista para cambiar ciertas cosas y transmitir el mensaje que quieres dar a la sociedad.