Abraham Quintanilla inculcó en sus hijos Selena, AB y Suzette una premisa que regiría la trayectoria artística de los tres y que siempre sería recordada: La música es partes separadas que suenan al mismo tiempo, pero, además, cada uno de ustedes debe escuchar lo que los otros tocan
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En Selena, la serie, que se estrenó en la plataforma de Netflix, se recrea la vida y carrera de La reina del Tex-Mex, asesinada en la cúspide de su trayectoria, en 1995.
En la primera parte de nueve episodios, la historia comienza en 1994. A manera de retorno en el tiempo, se detalla el núcleo familiar de los Quintanilla a partir de 1971, con la unión matrimonial de los padres de la futura cantante, el nacimiento de ésta, la infancia de los tres hijos y el amor por la música que los llevó a hacer una búsqueda incansable para colocarse en la escena musical, no sólo de Estados Unidos, sino también de México. Ambos países y sus culturas fueron su fuente de inspiración.
Abraham Quintanilla, ex músico, comprometido, metódico y riguroso, no concedió tregua, ni siquiera en severos altibajos económicos, a sus hijos, a los que enseñó, guio e integró en la banda Los Dinos. La familia, siempre unida, tocó desde sus humildes inicios en su restaurante, reuniones familiares, fiestas y en donde les permitieran ejecutar sus instrumentos, con la voz de la estrella familiar: Selena, nombre que en griego está relacionado con la Luna.
Suzette, hermana de la cantante, es productora ejecutiva de la serie y ayudó a desarrollar la historia junto con su familia a 25 años de la muerte de la intérprete de Como la flor y Techno Cumbia, historia que es protagonizada por Christian Serratos, Gabriel Chavarría, Ricardo Chavira, Noemí Gonzalez y Seidy López. La primera de dos partes está disponible desde el pasado viernes en Netflix.
En la plataforma se describe que Selena, antes de convertirse en La reina de la música Tex-Mex, era una joven texana con grandes sueños y voz impresionante:
“Selena, la serie explora la transición a la madurez de esta intérprete sin igual: desde sus inicios, cantando en pequeños eventos con su familia, hasta su transformación en la artista femenina latina más exitosa de todos los tiempos, así como los años de esfuerzo y sacrificios que los Quintanilla tuvieron que pasar antes de que el meteórico ascenso a la fama de Selena se hiciera realidad.”
El hermano de la cantante, AB Quintanilla, compositor, productor y bajista, fue alumno fiel y respetuoso de las indicaciones de su progenitor: se alimentaba, transpiraba y vivía de la música; mientras Suzette, convertida en baterista y rebelde por naturaleza, fue cómplice de Selena, hasta en los atuendos que ambas confeccionaban para sus presentaciones.
El diseño y la moda fueron otra pasión de Selena que se destaca de manera pormenorizada en la serie. Lo anterior se recrea en los episodios Un sueño, Dame un beso, Y el premio es para..., Teloneros, Dulce amor, My love, Fideo, Oro y Qué creías. En este último, Suzette contacta a Yolanda Saldívar para que administre el creciente número de fans de Selena, quien sostiene un amor prohibido con su guitarrista Chris Pérez.