A finales de los años setenta, luego de su brillante desempeño como gerente general de Grijalbo, a don Andrés lo buscó el dueño de la editorial española Océano, José Lluis Monreal, para ofrecerle asociarse y abrir las puertas de esa casa editora en México.
León Quintanar, a partir de ese momento, deslumbró a sus colegas con el gran olfato que tenía para encontrar autores y temas que pronto transformarían a Océano en una empresa líder en su ramo.
Andrés fue, sobre todo, un hombre de negocios que impulsó, entre otras colecciones, la publicación de libros periodísticos de oportunidad
, recuerda Carmen Gaitán, quien participó al lado del editor en esos primeros años del sello que publicó a escritores como Ricardo Garibay, Sergio Pitol, Cristina Pacheco, Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis, entre muchos.
La actual directora del Museo Nacional de Arte narra una de las importantes encomiendas que le hizo entonces Andrés León: convencer al periodista Manuel Buendía de publicar con ellos.
“‘Si lo logras, te pago tu viaje a Fráncfort, a la feria de libros más importante del mundo’, me dijo Andrés”, recuerda Gaitán. “Entonces fui a ver a don Manuel, y no quería, argumentó que él no hacía libros, sino artículos para el periódico. Le respondí: ‘sí, pero usted nos debe a los jóvenes una antología sobre los temas que conoce, porque sobre la CIA no sé mucho, así que a todos los jóvenes de este país nos tiene que hacer ese libro’. Lo convencí, y como Andrés me dijo que debía llevarle el sí escrito, Buendía dibujó una manzana en una hojita, junto a un sí, y me explicó: ‘usted es como Eva y tuve que morder la manzana’. Así regresé con Andrés, con el sí de Manuel Buendía y le publicamos La CIA en México (1983)”.
Visionario
El editor encargaba a autores como Miguel Ángel Granados Chapa o Heberto Castillo escribir sobre los temas coyunturales del país, lo cual fue una novedad en el mundo editorial de la época. También convencía a autores de otros sellos de pasarse con él a Océano.
En 1981, mientras León Quintanar trabajaba para Océano, decidió crear un nuevo sello editorial para reunir las obras de escritores con un sólido prestigio que abordaran temas sobre medios de comunicación, economía, filosofía política y análisis sociológico. Así nació Cal y Arena.
Don Andrés nació el 21 octubre de 1942 en la Ciudad de México. Su primer oficio fue el de vendedor, talento que nunca lo abandonó.
Fue un zorro para poner las obras en las librerías; se hizo de un equipo de vendedores estrellas que inundaron entre 1982 y 1985 todas las vitrinas de las librerías del país con títulos de Océano
, comenta Carmen Gaitán.
Este diario le debe a don Andrés la estrategia de venta de acciones que concretaron la aparición del diario en 1984 y posteriormente consolidaron este proyecto editorial.