Ciudad de México. La fotógrafa Colette Urbajtel Erlich (París, 1934), radicada en México desde 1962, falleció el 28 de noviembre en la Ciudad de México, de acuerdo a un obituario publicado en Internet de una conocida agencia funeraria.
El Archivo Manuel Álvarez Bravo, fundado en 2005 por Urbajal y sus hijas Aurelia y Genoveva, también informó de la pérdida de la viuda de don Manuel (1902-2002), por medio de una imagen compartida en sus redes sociales.
Conocida como Colette Álvarez Urbajtel, estudió en la Facultad de Derecho y en el Instituto de Estudios Políticos en Francia.
Llegó a México en 1959 en el marco de un intercambio cultural franco-mexicano para hacer una tesis de doctorado en economía. Para este viaje su hermano le regaló su primera cámara.
Fue asistente e impresora de Manuel Álvarez Bravo, con quien se casó en 1962. De 1969 a 1981 trabajó como administradora, asistente y fotógrafa en el Fondo Editorial de la Plástica Mexicana fundado por Álvarez Bravo, Rafael Carrillo, Carlos Pellicer y Leopoldo Méndez.
Su trabajo ha sido exhibido en México y el extranjero, en exposiciones individuales y colectivas. Su primera muestra colectiva fue en la Galería José Clemente Orozco y su primera individual en la Casa del Lago, ambas en 1975, En vida tuvo dos retrospectivas de su trabajo: Una extraña familiaridad en el Salón de la Plástica Mexicana y Setenta y dos y sereno en el Centro de la Imagen, ambas en 2007. El Museo de Arte Moderno en Nueva York posee obra suya; en su sitio en Internet se muestra Waterfall, the Center (Cascada, el centro), de 1996.
Para la franco-mexicana “la composición en todos los fotógrafos es innata y personal”. En el libro Colette Urbajtel (2017), la fotógrafa captura escenas en lugares tranquilos, pequeños acontecimientos, divertidos o irónicos, plantas, animales e insectos. Hace cuatro años se montó la exposición Caballeras, en Resplendor Galería, en Oaxaca, Se trató de 14 fotos de una serie, tomadas entre los años 70 y 90 del siglo pasado del cabello de mujeres de espaldas.
De acuerdo con la galerista Lourdes Sosa, a través de lente Urbajtel “nos transmite escenas de la vida cotidiana de una manera sencilla, incluso con un toque sarcástico sin perder el objetivo plástico. Logra hacer flotar en el espacio los objetos y seres retratados”. Agrega, “en algunas de sus instantáneas el uso de transparencias y sobre exposiciones convierten a Colette en una seductora fotógrafa surrealista”.