Buenos Aires. El médico personal de Diego Maradona se presentó el lunes a declarar de forma espontánea ante la fiscalía que investiga las circunstancias que rodearon la muerte de la leyenda del fútbol argentino.
“Estoy tranquilo, muy confiado”, dijo el neurocirujano Leopoldo Luque a periodistas al ingresar a la fiscalía de San Isidro, un suburbio al norte de la capital argentina.
La justicia no le imputó ningún cargo al médico, pero el domingo la policía allanó su domicilio y oficina y secuestró registros médicos de Maradona, así como computadoras, discos duros y celulares en el marco de una investigación que busca determinar si el exfutbolista murió por negligencia médica.
Luego del procedimiento judicial, Luque defendió su tratamiento a Maradona, quien falleció el miércoles de un paro cardíaco tras haber sido operado de un edema cerebral el 3 de noviembre. El excapitán de la selección argentina había cumplido 60 años hace casi un mes.
“Se hizo lo que había que hacer y más también”, dijo Luque, quien terminó llorando en el transcurso de la rueda de prensa de 40 minutos. “No tengo nada que reprocharme”.
Luque argumentó que era muy difícil tratar con Maradona, al asegurar que se resistía a recibir tratamientos médicos al punto que lo echó en múltiples ocasiones de su casa. Sostuvo que él era su neurocirujano y no su médico de cabecera y que las decisiones se tomaron entre un equipo médico y que él no tenía jerarquía sobre los demás. También señaló que él le hacía sugerencias que el astro aceptaba o no aceptaba.
“Diego hacia lo que quería”, dijo Luque, resaltando el fuerte carácter de Maradona. “Diego necesitaba ayuda, no había forma de entrarle”.
Maradona fue enterrado el jueves en una ceremonia privada a la que acudieron una veintena de personas tras una vigilia en la casa de gobierno nacional donde miles formaron fila para pasar frente a su ataúd.
El capitán de la selección argentina que ganó la Copa Mundial de 1986 residía en una casa en un barrio privado en las afueras de Buenos Aires, donde se había recluido para recuperarse de la operación de edema craneal.
Fue operado del edema tras haber sido internado en otra clínica por una descompensación provocada por la ingesta de psicofármacos y bebidas alcohólicas.
Luque afirmó que la muerte de Maradona era previsible porque éste no se cuidaba.
“En un paciente con las características de él es lo más común del mundo que muera así”, dijo Luque.
Maradona sufrió distintos problemas a lo largo de su vida derivados en gran parte de su adicción a las drogas, especialmente a la cocaína. Tras su retiro como jugador, estuvo al borde de la muerte en 2000 y 2004.