Buenos Aires. La Secretaría de Derechos Humanos de la nación presentó un recurso judicial contra el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el derechista Horacio Rodríguez Larreta y el vicejefe Diego Santilli por la brutal represión desatada por la policía de este municipio autónomo el jueves pasado contra miles de personas, entre ellos numerosas familias que intentaban llegar a la Casa Rosada, donde se velaban los restos del ídolo del fútbol Diego Armando Maradona.
La represión realizada por policía de la ciudad antidisturbios —ya denunciados en diversas manifestaciones anteriores en que dejaron decenas de heridos y detenidos—, fue también condenada por el propio presidente Alberto Fernández.
Además y en estas horas se reclama por la vergonzante política de utilizar esta situación por parte de la derechista alianza Cambiemos, ex funcionarios del gobierno del ex presidente Mauricio Macri (2015-2019) y medios de comunicación afines a éste.
Fernández hizo una autocrítica por lo sucedido durante el funeral de Maradona y señaló a los “barras bravas” que siempre actúan con violencia ratificando que la represión fue decidida por la Ciudad. Aclaró que Maradona fue llevado a la Casa Rosada a petición de la familia, que a su vez recibió esa solicitud de Diego.
El presidente responsabilizó al gobierno porteño por la violenta represión, en respuesta a Santilli, quien dijo que desde el gobierno nacional le ordenaron detener el ingreso a la zona de la Plaza de Mayo. “Nosotros no mandamos a cortar nada. A las cuatro de la tarde terminaba el velatorio, algo que no dependía de mí. Es cierto que dispuse la Casa Rosada, pero yo respeté lo que la familia decidió, porque son sus duelos”, aseguró el mandatario.
En declaraciones a una radio, Fernández recordó que los lugares donde se reprimió a la población, son responsabilidad de la seguridad de la Ciudad y destacó que "esa violencia de la policía fue incomprensible", al relatar que habló con Rodríguez Larreta quien le dijo que de ese tema estaba hablando Santilli con el jefe de gabinete de la nación, Santiago Cafiero.
Al referirse a lo sucedido en la casa de gobierno, asaltada por un grupo de barras bravas y personas desesperadas por despedir a Maradona, señaló que el problema grave comenzó cuando entendieron que no iban a alcanzar a ver a Diego antes del cierre del velatorio, que aunque se le solicitó demorarlo unas tres horas más, no aceptaron.
Fue entonces que quienes habían derribado vallas, comenzaron a saltar sobre las rejas “de la misma forma violenta similar a lo que hacen las hinchadas de fútbol cuando no pueden entrar al estadio”, añadió Fernández.
La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, sostuvo que "es falso que la Policía Federal le hubiera dado la orden de reprimir a la Policía de la Ciudad", y al considerar “repudiable” lo actuado destacó que el accionar de “la policía de la Ciudad tiene una mecánica de trabajo: Esa modalidad de personas sin uniformes que luego se colocan la chaqueta y comienzan a cazar gente. Es una modalidad que nosotros no consideramos válida, ni apta y mucho menos si esa gente se ocupa de amenazar, periodistas, personas o a cualquier ciudadano".
Los integrantes de la Casa Militar que tienen a su cargo de seguridad del recinto presidencial tomaron a las medidas necesarias y nunca corrieron riegos ni el presidente, ni sus acompañantes, ni el féretro que contenía los restos de Maradona
Organizaciones peronistas denunciaron estas campañas “abiertamente golpistas” y se refirieron a que se ha llegado a caracterizar al gobierno como un “estado fallido”, como lo hizo el diario digital Infobae relacionado con los sectores de inteligencia de Washington, y los diarios Clarín y La Nación, entre otros abriendo la posibilidad de accionar de una manera amenazante, en momentos críticos cuando se debaten temas cruciales para el país.
Por otro lado, también hubo una serie de advertencias y amenazas de los ultraderechistas por la posibilidad de que se apruebe en los próximos días la ley que permite el aborto seguro y gratuito que envió el presidente al Congreso, adelantando una semana muy complicada.