El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, pidió al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y a la industria de telecomunicaciones a sumarse al proyecto “Clean Network” o “Red Limpia”, que impulsa su país la cual busca limitar la participación de China en la nueva red 5G pero implementarlo con proveedores confiables a fin de garantizar un suministro de tecnologías seguras que no ponga en riesgo la seguridad nacional de ambas naciones.
Al participar en el foro virtual “México 5G”, organizado por el Senado, hizo notar que lo que pase en México incide en la prosperidad de Estados Unidos y viceversa, por lo que como países tienen que ser más competitivos en lo individual y en lo regional.
En agosto pasado, el presidente Donald Trump lanzó el programa Clean Network, mismo que fue descrito por el secretario de Estado, Michael Pompeo, como un “enfoque integral para salvaguardar los activos de la nación, incluida la privacidad de los ciudadanos y la información más sensible de las empresas, frente a intrusiones agresivas de actores malignos, como el Partido Comunista Chino”. A la fecha ha adherido a 50 países.
En ese sentido el embajador Landau resaltó que el Internet es la herramienta más poderosa de transformación social, que permite generar riqueza, desarrollo y bienestar en la sociedad y la región de
América del Norte tiene una ventana de oportunidad para liderar el cambio digital en el mundo y “dependerá de nosotros aprovechar este momento histórico”.
La iniciativa “Clean Network”, en la que participan 50 países y 170 compañías de telecomunicaciones de las más grandes del mundo genera confianza, insistió y podrá acelerar los esfuerzos para promover el crecimiento económico, a la par de garantizar la seguridad nacional.
“El programa Red Limpia juega un papel clave para asegurar la infraestructura 5G en México. Hacemos un llamado al gobierno de México y la industria mexicana de telecomunicaciones a que se unan a este movimiento creciente para asegurar la información”.
Agregó: “ Tenemos una preocupación frente a la posibilidad de permitir que proveedores no confiables proporcionen equipos de software y presten sus servicios en estas futuras redes. Sin embargo, confiamos en que México tomará la decisión 5G correcta para sus ciudadanos, empresas y, en última instancia para su propia seguridad nacional”.
Por su parte, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado (Jucopo, Ricardo Monreal, coincidió en que el acceso a la digitalización deber ser considerado y reconocido como un elemento esencial. La Red 5G es la próxima generación de tecnología móvil y uno de sus beneficios potenciales es un notable aumento en la velocidad de conexión y reducción del consumo de energía,que beneficiará a los mexicanos, pues tendrán más servicios y de mejor calidad.
“Estas redes representan una piedra angular con el potencial de apuntalar muchas otras tecnologías que conjuntamente tendrán un impacto transversal en todos los sectores industriales, económicos e, incluso, políticos. Así pues, la 5G promete ser pilar de los nuevos modelos de negocios de los esquemas laborales del futuro, de revolucionar los medios de información; también los medios de entretenimiento y culturales; el transporte, la planeación, el desarrollo de las ciudades, la prestación de servicios distintos como el de salud y educación, así como la gestión gubernamental”, destacó el también coordinador de Morena.
Despliegue de 5G requiere política de Estado
Por parte del sector, Marylena Méndez, secretaria ejecutiva de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones subrayó que el despliegue de esta tecnología requiere una política de Estado y no sólo priorizar los ingresos fiscales.
“No es congruente que un servicio esencial pague impuestos de lujos por conectividad o dispositivos, cargos onerosos por el espectro, o que sea más sencillo obtener los permisos para una carretera física que para la infraestructura digital”, apuntó.
Continuó en ese sentido Gabriel Székely, director general de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones, quien consideró que las telecomunicaciones no están en el discurso político y que los impuestos que paga la industria y van a una bolsa general no garantizan más inversión en infraestructura digital.
Amplió que “en México, ante la falta de incentivos suficientes y la falta de mayor alineamiento de las políticas pública, las empresas han invertido en promedio durante cinco años, 31 dólares por habitante, en Chile 87”; también con los pares regionales el país se encuentre lejos, Estados Unidos ha invertido 277 dólares per cápita y Canadá 245.
Adolfo Cuevas, presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, refirió la desigualdad de acceso e infraestructura entre los estados del país y por ello no se debe sobrerregular el sector.
Agregó que es necesaria la política de Estado en telecomunicaciones porque, según estudios, si México desarrollara el despliegue de la 5G en la próxima década eso se traduciría en uno por ciento del producto interno bruto (PIB) adicional cada año, lo que significa de 200 a 250 mil empleos formales más.
A la vez, Jorge Negrete, director de Digital Policy Law, subrayó que el impulso a las telecomunicaciones no sólo implicaría reducir de forma acelerada los indicadores de pobreza extrema para el país, sino que es un negocio más rentable que otros prioritarios para la administración actual.
Contextualizó: la utilidad del negocio de tecnologías de la información y la comunicación fue de 24 mil millones de dólares el año pasado; el de las telecomunicaciones de 29 mil millones el de telecomunicaciones y 28 mil millones de dólares adicionales generó el ecommerce. En total 81 mil millones de dólares que suman por arriba de los 74 mil millones en ingresos de Petróleos Mexicanos del mismo periodo.
En el evento también estuvieron Omar Fayad, gobernador de Hidalgo; Carlos Funes Garay, presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información; Mónica Aspe Bernal, directora ejecutiva de AT&T en México y Ajit Pai, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos.