La mezcla mexicana de exportación subió 99 centavos y cerró este miércoles en 43.64 dólares el barril, de acuerdo con el precio publicado por Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con ello, el crudo mexicano se ubicó en su mejor nivel desde el 25 de febrero de este año, cuando concluyó en 44.94 dólares.
Si bien, el precio del petróleo que México exporta aún se encuentra por debajo de los 49 dólares fijados en la Ley de Ingresos de este año, con la cotización de este miércoles, regresó a los niveles previos a la llegada de la pandemia de Covid-19 al país, lo que junto con una breve disputa de precios entre Arabia Saudita y Rusia, marcó un desplome en las cotizaciones del hidrocarburo.
La ganancia del crudo mexicano se dio en línea con los referentes internacionales, que hilaron cuatro sesiones de ganancias, ya que los datos que mostraron una caída sorpresiva de los inventarios semanales de crudo en Estados Unidos extendieron un repunte impulsado por la esperanza de que una vacuna para el Covid-19 aumentará la demanda de combustible.
Así, el estadunidense West Texas Intermediate (WTI) sumó 80 centavos y cerró en 45.71 dólares el barril, mientras el referente global Brent del Mar del Norte escaló 75 centavos y concluyó en 48.61 dólares el barril. Ambos contratos marcaron su nivel más alto desde el 6 de marzo.
La Agencia estadunidense de Información sobre Energía (EIA) informó que las reservas de crudo bajaron 800 mil barriles y se ubicaron en 488.7 millones de barriles al 20 de noviembre, cuando los expertos esperaban un incremento de 225 mil barriles.
Para Carlo Alberto de Casa, analista de ActivTrades, citado por Afp, además del repliegue de reservas en Estados Unidos, dos factores principales son el origen de la subida de precios en las últimas semanas: la evolución positiva en el desarrollo de vacunas contra el coronavirus y la perspectiva de una prolongación de los recortes actuales de producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (Opep+).
Fuentes cercanas a la Opep+ dijeron que pese al alza en los precios, el grupo se inclina por retrasar un incremento en su bombeo en 2021 para apoyar al mercado, en medio de la segunda ola de Covid-19 y un aumento de la producción petrolera libia.
Ante una caída sin precedentes en los precios del petróleo, que en abril se comercializaron en terrenos negativos –el WTI cotizó en -37.63 dólares el barril y la mezcla mexicana en -2.37 dólares– la Opep y sus aliados establecieron un recorte de alrededor de 10 por ciento del suministro global.
Según el pacto, la oferta se recortaría en 9.7 millones de barriles diarios (bpd) durante mayo y junio para apuntalar los precios; los recortes debían disminuir a 7.7 millones de barriles diarios de julio a diciembre y luego reducirse a 5.8 millones diarios a partir de enero de 2021. Pero observadores esperan que ese incremento de producción se vea frenado cuando el cartel y sus socios se reúnan el 30 de noviembre y primero de diciembre.