Ciudad de México. Hacer frente a quienes consideran que las ciencias sociales no sirven al país y no deben recibir presupuesto es uno de los grandes retos que tiene en pleno siglo XXI el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que cumple 90 años.
Su director, Miguel Armando López Leyva, dice en entrevista que siguen en boga "tendencias de diversa índole que plantean que las ciencias sociales carecen de utilidad y que por lo tanto no son financiables o importantes”. Ahí está, agrega, el reciente ejemplo de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que hace unas semanas suspendió la carrera de Sociología por falta de presupuesto.
En estos tiempos que parecen más inciertos que nunca, señala el investigador, las ciencias sociales se enfrentan a tensiones de distintas procedencias que pretenden cuestionar el papel que desempeñan en la sociedad. Y resulta paradójico que hoy, cuando es más necesario que nunca su intervención para evaluar causas, efectos y significados de los fenómenos que enfrenta la humanidad, existan tendencias que le restan importancia a las ciencias sociales.
El criterio de rentabilidad económica, añade el doctor en Ciencias Sociales, no puede regir la apertura o cierre de una carrera o de la búsqueda de conocimiento. “Si fuera así, muchas carreras dejarían de existir”. En su visión, lo que los científicos sociales deben hacer para enfrentar estas tendencias es difundir lo que hacen y ser enfáticos en cuál es su importancia para la sociedad.
“Hoy es clarísima la importancia de la medicina o de la biología para buscar una vacuna contra la Covid-19, y pareciera no ser tan obvia la importancia de las ciencias sociales. Pero en la base de todas las decisiones que se toman en este contexto están nuestras relaciones sociales, y ese es justamente uno de los motores de la Sociología”.
Fundado el 11 de abril de 1930, durante el rectorado de Ignacio García Téllez, el Instituto de Investigaciones Sociales, el instituto ha buscado estudiar, explicar y comprender sucesos como el movimiento estudiantil de 1968, la génesis y el desarrollo de los partidos políticos mexicanos o las dictaduras latinoamericanas.
Con sus nueve décadas de existencia y trabajo continuos, el IIS es el más antiguo de los 18 institutos y centros de investigación del subsistema de Humanidades de la UNAM. Ha sido dirigido por figuras como Pablo González Casanova, Alfonso Caso, Miguel Othón de Mendizábal, Vicente Lombardo Toledano, Narciso Bassols, Manuel Gamio y Lucio Mendieta y Núñez.
A lo largo de los años, el Instituto ha experimentado cambios. Su primer objeto de estudio en 1930 fue el ejido. Hoy, sus 98 investigadores cultivan 34 líneas de investigación que abordan temas como: desigualdades, gobernanza y políticas públicas, cambio tecnológico, sustentabilidad, ilegalidades, ciencia, cultura y espacio social.
Para López Leyva, la pandemia de Covid-19 ha dejado claro que hoy los fenómenos humanos ya no se pueden explicar exclusivamente desde el mirador de lo social, lo político o lo económico, sino que requieren de que se conjuguen disciplinas de distinta índole, como las ciencias exactas o las naturales.
"La pandemia es, desde luego, un fenómeno biológico o de salud, pero en la medida en que se expande e impacta todos los aspectos de nuestra vida, también tienen efectos en lo público y en lo privado, ámbitos en los que ciencias sociales se pueden integrar para entender lo que está pasando y abonar a las soluciones".
Algunas de las aportaciones que han hecho investigadores del IIS en relación con la pandemia son: un estudio con estudiantes y docentes de la Universidad para conocer sus condiciones socioeconómicas y de acceso a internet, que ha permitido la toma de decisiones de parte de las autoridades; un estudio sobre las condiciones de habitabilidad de las viviendas urbanas de la zona metropolitana en el contexto del confinamiento.
"Otra manera en la que hemos colaborado es a través de las discusiones públicas para entender los efectos de la pandemia y tratar de dar elementos a la gente para comprender este fenómeno".
Para el investigador, el IIS tiene hoy otros dos grandes desafíos: acoplar sus dinámicas de trabajo, investigación y docencia a la nueva realidad derivada de la pandemia de Covid-19, y buscar una articulación con otros centros de investigación para responder al reto que imponen quienes menosprecian la importancia de las ciencias sociales.
Las conmemoraciones por el aniversario del Instituto arrancaron la semana pasada con una ceremonia en la que el rector Enrique Graue señaló que la labor del IIS es fundamental en estos momentos convulsos e inéditos. Ahí, el investigador emérito Pablo González Casanova llamó a la UNAM a tomar "la iniciativa de que las universidades del mundo asuman la responsabilidad de unir las ciencias sociales y humanas y las ciencias de la naturaleza para asegurar al futuro de la humanidad una vida tan agradable como la que nosotros pudimos tener".
Los festejos continuarán este año y el próximo con una serie de actividades de forma virtual, por videoconferencia: dos conferencias magistrales, un congreso y una serie de mesas redondas.
Este lunes se celebrará una conferencia magistral del académico Jeffrey Alexander de la Universidad de Yale, y el 30 de noviembre está programada la Presentación de un número especial de la Revista Mexicana de Sociología.