Ciudad de México. Anoche feneció en la ciudad de Acapulco, Guerrero, Víctor Flores Olea, diplomático, ensayista, narrador, fotógrafo, autor de diversos libros y colaborador de este diario.
Nació en Toluca, estado de México, el 24 de agosto de 1932. Flores Olea fue profesor y director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM (1970-1975); embajador en la Unión Soviética (1975-1976); subsecretario de Cultura en la Secretaría de Educación Pública (1977- 1978); vicepresidente de la Comisión de los Estados Unidos Mexicanos para la Unesco (1977); representante de México ante esa organización (1977-1982); Subsecretario para Asuntos Multilaterales de la Secretaría de Relaciones Exteriores; fundador y primer presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) 1988-1992 y representante de México ante la ONU en 1994.
Sus fotografías se han exhibido en diversas ciudades de América y Europa. En los años 50 fue codirector de la Revista Medio Siglo, de la Facultad de Derecho y después de la revista El Espectador, al lado de Luis Villoro, Carlos Fuentes, Enrique González Pedrero, Francisco López Cámara, Jaime García Terrés y Porfirio Muñoz Ledo.
En los últimos años se desempeñó como investigador en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Por sus méritos académicos y su ejercicio como funcionario de la cultura y diplomático le fueron otorgadas, entre otras, las siguientes condecoraciones: Palmas Académicas de la República Francesa, 1977; Orden del Cruzeiro Do Sul (Gran Cruz), 1977; la Medalla Simón Bolívar de la Unesco, 1983; Orden Andrés Bello, 1988.
A su paso por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, como profesor y director de la misma, inició una apertura teórica internacional convocando a figuras intelectuales de la época con el objeto de discutir los problemas más importantes de ese tiempo: Herbert Marcuse, Lucien Goldman, André Gorz, Lucio Colleti, C. Wright Mills; Serge Mallet, Umberto Cerroni, Erich Fromm, Jean WhalLaszek Kolakowski, Muarice Duverger, Karel Kosik, entre otros. Flores Olea es señalado como uno de los internacionalistas que siguieron con mayor compromiso y acción los ejes esenciales de la tradición política mexicana de la no intervención y del respeto a la soberanía de los Estados.
El 20 de abril pasado, Flores Olea, en entrevista con La Jornada, aseveró que el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) no fue creado para comprar conciencias ni premiar a los amigos.
Insistió en que no se hizo el Fonca para acallar a nadie. Eso hay que negarlo rotundamente. Se hizo para hacer las cosas lo más transparente posible, fueron decisiones que debíamos tomar de todos modos, ante una multitud de peticiones de ayuda económica de creadores culturales
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El ensayista y narrador respondió así al mensaje difundido en redes sociales por la titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, quien luego de dar a conocer la extinción los fideicomisos administrados por la Secretaría de Cultura, entre ellos el del Fonca, escribió: se acabó el Fonca salinista, nacido para controlar a los rebeldes y premiar a los compadres
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