Ciudad de México. Al término de este año se estima que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) cierre con un descenso de aproximadamente 50 por ciento en la movilización de pasajeros respecto a 2019, cuando trasladó 50 millones 308 mil 49 viajeros, cifra récord de la principal terminal aérea del país.

Luego de mantener un crecimiento constante durante ocho años consecutivos, a partir de mayo pasado el flujo de usuarios se desplomó entre 94 y 50 por ciento, cuando en ese mes viajaron 275 mil 975 pasajeros debido al confinamiento y cancelación de vuelos por el cierre de fronteras de varios países. La recuperación ha sido lenta, en los primeros nueve meses de 2020, hasta octubre, el AICM atendió a 17 millones 576 mil 924 pasajeros.

La primera vez que el aeropuerto capitalino tuvo una reducción fue en 2009, derivado de la emergencia sanitaria por la influenza A–H1N1 y la crisis económica y luego en 2010 a causa de la salida de operaciones de Mexicana de Aviación y sus empresas filiales. En esos dos años el número de pasajeros rebasó la cifra de 24 millones.

Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo, señaló en entrevista con La Jornada que la pandemia agravó los problemas financieros de algunas aerolíneas mexicanas como Aeroméxico e Interjet que arrastraban desde años anteriores. De los índices de ocupación de las empresas aéreas que venían bajando entre 80 y 90 por ciento de lo que acostumbraban, no es tan malo el cierre que se espera. Obviamente la pandemia afectó los ingresos de la industria, así como de los aeropuertos y la cadena productiva del sector turístico.

Recordó que a causa del impacto del coronavirus, en el transporte aéreo de pasajeros, en marzo de este año las aerolíneas mexicanas anunciaron la reducción de vuelos nacionales e internacionales debido al brote de contagios, no obstante ya se han reanudado en los últimos meses e incluso informaron sobre la operación de nuevas rutas.

Sin embargo, debido a la crisis, Aeroméxico pretende modificar los contratos laborales con las asociaciones sindicales de Pilotos Aviadores (ASPA) y Sobrecargos de Aviación (ASSA) de México, con el argumento de una restructuración para enfrentar la crisis financiera provocada por la emergencia sanitaria. A finales de octubre obtuvo el aval de la Corte de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York para aplicar un plan de liquidaciones por 6 millones 200 mil dólares a sobrecargos y asistentes de vuelo de la aerolínea.

Por su parte Interjet mantiene negociaciones con la base trabajadora para evitar que estalle la huelga el próximo 4 de diciembre, ya que la empresa debe el pago de cuatro quincenas, vales de despensa y demás prestaciones, entre ellas las aportaciones patronales de Infonavit e IMSS. Ojalá la industria se mantenga a flote, por un lado por las fuentes laborales y segundo, porque este sector tiene un efecto dominó en otros ámbitos productivos. Si truena esto se tendrán repercusiones inmediatas en otras áreas de la economía, expuso el especialista.