Bogotá. Decenas de personas rindieron este lunes homenaje en Bogotá a Dilan Cruz, el joven de 18 años que devino símbolo de las masivas protestas que estallaron hace un año en Colombia tras morir a manos de un policía antidisturbios.
Familiares y manifestantes decoraron con flores y grafitis el punto exacto donde Dilan cayó gravemente herido por los perdigones de plomo que disparó con su escopeta un uniformado.
El estudiante, que estaba próximo a graduarse de bachiller, murió tras dos días de agonía en un hospital del centro de Bogotá.
"Un año luchando contra la impunidad. Año en el que el responsable del asesinato de mi hermano Dilan Cruz sigue libre, como si no hubiese cometido ningún delito, sin ser sancionado y el proceso aún está en la justicia penal militar", reclamó en Twitter Denis Cruz, hermana de Dilan.
Las marchas de finales de 2019 marcaron un hito en la historia reciente del país. Ríos de gente se movilizaron en protesta contra el presidente Iván Duque, en el mayor desafío popular que haya encarado un gobierno colombiano desde los años setenta.
Las consignas iban desde el rechazo a las políticas sociales del gobierno hasta la exigencia del cese de la violencia contra líderes sociales, pasando por la implementación plena de los acuerdos de paz firmados en 2016 con la entonces guerrilla FARC.
En ese contexto, la muerte de Dilan también alimentó los reclamos que exigían el desmonte del ESMAD, el escuadrón antidisturbios cuyos excesos fueron denunciados en septiembre por la Corte Suprema de Justicia.
A raíz de ese pronunciamiento, el gobierno se vio forzado a pedir perdón por los abusos policiales.
En su mayoría pacíficas, las protestas del llamado "paro nacional" dejaron cuatro muertos y unos 500 heridos, entre civiles, policías y militares.
Aunque menguaron con la pandemia, las marchas y plantones se reiniciaron en septiembre tras el homicidio de un hombre a manos de policías, luego de recibir un brutal castigo que quedó grabado en video.
Las imágenes se hicieron virales y desataron una ola de ataques contra puestos barriales de policía, que reprimió a bala las movilizaciones dejando una decena de muertos y, nuevamente, más de medio millar de heridos.
El homenaje a Cruz se enmarca en una semana de débiles manifestaciones contra el gobierno y el repunte de la violencia que financia el narcotráfico, sobre todo en apartadas zonas rurales.