Washington. El presidente electo Joe Biden anunció los nombramientos claves de su gobierno en formación para el manejo de relaciones exteriores y asuntos de seguridad, todos con amplia experiencia gubernamental en lo que es una señal de un retorno a la “normalidad” tras del gobierno de Donald Trump.
Casi todos los nombramientos son veteranos del gobierno de Barack Obama, algunos con largas carreras en el sector público en varios gobiernos demócratas. Por lo tanto, no ofrecen algún rumbo novedoso, sino más bien restablecer las prácticas, normas y visiones pre Trump, sobre todo en abandonar la postura aislacionista conocida como “America Primero” establecida por el hoy presidente.
El equipo de transición de Biden resaltó que entre los nombrados está el primer latino e inmigrante como secretario del Departamento de Seguridad Interna (la cual incluye agencias de inmigración), la primera mujer directora de inteligencia nacional y el nuevo puesto dentro del Consejo de Seguridad Nacional de enviado presidencial especial para cambio climático
Como su secretario de Estado, Biden seleccionó a Antony Blinken, un ex subsecretario de Estado y ex asesor presidencial durante el gobierno de Barack Obama, y con una larga carrera en relaciones exteriores tanto dentro del ejecutivo como en el Congreso. Fue asesor de Seguridad Nacional para el vicepresidente Joe Biden durante el primer periodo del gobierno de Obama, y jefe de equipo del Comité de Relaciones Exteriores del Senado entre 2002-2008, cuando Biden era senador y presidente de ese comité. También fue integrante del Consejo de Seguridad Nacional del presidente Bill Clinton entre 1994 y 2001.
Se enfocará de inmediato, se afirma, en reparar relaciones con aliados históricos de Estados Unidos ofendidos y distanciados de Washington durante la era Trump, como también recuperar el liderazgo estadunidense en foros multilaterales.
A la vez, críticos recuerdan que Blinken ha favorecido el uso de poder militar cuando pensaba que era necesario, a veces en crisis donde se argumentaba a favor de “intervención humanitaria”, como también en la guerra contra Irak -por la cual Biden votó a favor en el Senado- detonada por el presidente George W. Bush. Es un promotor de la “virtud del liderazgo estadunidense” en el mundo.
Alejandro Mayorkas fue nombrado para ser el primer latino e inmigrante en ocupar el puesto de secretario de Seguridad Interna. Dentro de esa mega-burocracia están varias agencias de asuntos migratorios y desde donde el gobierno de Trump impulsó algunas de sus políticas antimigrantes más severas y brutales. Mayorkas, quien nació en La Habana, cuenta con una larga carrera de servicio gubernamental de tres décadas, y se desempeñó más recientemente como secretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional durante el gobierno de Obama entre 2009 y 2013. Fue director de Servicios de Ciudadanía e Inmigración entre 2009 y 2013. Es considerado el arquitecto del programa de protección de la deportación de los llamados “dreamers”, inmigrantes que llegaron con sus familias como menores de edad, conocida como DACA.
El ex secretario de Estado, ex candidato presidencial y senador John Kerry fue nombrado como Enviado Presidencial Especial para el Cambio Climático. Uno de los arquitectos del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, su nombramiento resalta que ese tema será una prioridad del nuevo gobierno.
Los otros nombramientos de alto nivel para puestos diplomáticos y de seguridad nacional incluyen a Avril Haines, quien será la primera mujer Directora de Inteligencia Nacional -o sea, el puesto de coordinación de las diversas agencias de inteligencia. También funcionaria de larga experiencia, Haines fue asesora presidencial de Obama y entre 2013-2015 fue directora adjunta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Fue consejera del Comité de Relaciones Exteriores del Senado entre el 2007-2008 cuando Biden lo presidía.
La embajadora de carrera hasta ahora retirada Linda Thomas-Greenfield fue nombrada como embajadora de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas.
Finalmente, Jake Sullivan fue designado como asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Durante el gobierno de Obama fue el asesor de Seguridad Nacional del entonces vicepresidente Biden y jefe adjunto de equipo de la secretaria de Estado Hillary Clinton.
Al anunciar los nombramientos, todos los cuales tendrán que ser ratificados por el Senado, Biden declaró que “no tenemos tiempo que perder cuando se trata de nuestra seguridad nacional y nuestra política exterior. Necesito un equipo listo en el primer día en el cargo, para ayudarme a recuperar el lugar de liderazgo de los Estados Unidos, unir al mundo para hacer frente a los desafíos más importantes que enfrentamos y promover nuestra seguridad, prosperidad y valores”. Agregó que aunque los nominados son veteranos del servicio público, “también reflejan la idea de que no podemos hacer frente a los profundos desafíos de este nuevo momento con ideas anticuadas y sin cambiar los hábitos, o sin diversidad de trasfondos y perspectivas.”
Mientras tanto, el equipo de transición filtró que Biden ha llegado a una decisión sobre el nombramiento de otro puesto clave de su gobierno: Janet Yellen como la próxima secretaria del Tesoro -se espera el anuncio oficial en las próximas horas.
Si es ratificada, será la primera mujer en ocupar ese cargo. La noticia de que la ex presidenta del banco central, la Reserva Federal, estará a cargo de la política económica provocó alivio entre circuitos financieros y empresariales ya que envío la señal de que no se promoverán las medidas más progresistas abogadas por otros candidatos al puesto, sobre todo la senadora Elizabeth Warren.