Chimalhuacán, Edoméx. El proyecto muralista “Quisieron enterrarnos, pero no sabían que éramos semillas” centra su narrativa en las historias contadas por las familias de víctimas de feminicidio. Sus creadores, el dúo La Mal Hablada, pretende dignificar a las mujeres, pero también a sus seres queridos quienes están cansados de ver los nombres y las fotos de ellas, a lado de la palabra ´se busca´, explica la artista Norma Jiménez.
Aquí en Chimalhuacán, se creó el tercero de un total de diez obras, enfocadas a contar las historias de las víctimas de feminicidio en nuestro país. Porque en el territorio nacional, diez mujeres son asesinadas todos los días.
“El arte ayuda a hacer memoria, construir la memoria, a no olvidar y es desde donde nosotros nos podemos sumar para exigir justicia para las familias. Como sociedad, nos toca a todas y a todos sumarnos a ese clamor de las familias quienes exigen justicia”.
A lo largo de seis días, los artistas plásticos Norma Jiménez y Anthony García crearon el mural de Diana Velázquez Florencio quien hace más de tres años fue asesinada y su cuerpo abandonado en la calle Francisco I Madero, en Chimalhuacán.
De las tres obras realizadas hasta el momento (en Puebla y Toluca, las dos primeras), esta es la más grande. Con una dimensión de seis metros de altura y 14 de largo; la creación de esta obra, requirió más de 60 litros de pintura y 15 de sellador.
Norma Jiménez, explicó que su idea artística siempre ha contemplado pintar mujeres y su primer mural hecho hace un año, en Puebla, contemplaba en un inicio el tema de los feminicidios de manera generalizada; pero, todo cambió cuando pudo acercarse a las familias de Paulina Camargo y Karla Hernández, víctimas de feminicidio.
“Para mi fue muy conmovedor ver a las familias. Recuerdo que la mamá de Paulina estaba harta de ver el nombre de su hija a lado de la palabra ´se busca´, que ya no quería ver más su retrato con esa idea fija, Quería contar otra cosa, quién era Paulina y entonces, entre las familias y nosotros construimos la narrativa del mural y pues les gustó mucho el resultado”.
Con esa experiencia el proyecto se transformó en “Quisieron enterrarnos, pero no sabían que éramos semillas” y el dúo artístico se acercó a más familias para ver si, para ellas, tenía sentido y todas dijeron que sí. Tardaron un año en juntar los recursos y la búsqueda de muros.
Tratándose del mural de Diana, este se pintó, con autorización del propietario del inmueble, justo en el lugar donde fue abandonado, sobre la vía pública, el cuerpo de la joven de 24 años, la madrugada del dos de julio de 2017.
Lidia Florencio Guerrero, madre de Diana con impotencia narra que la calle Francisco I Madero, “tiene un significado demasiado doloroso para toda la familia ya que aquí abandonaron el cuerpo de Diana y desgraciadamente, hasta el momento, no hay justicia para ella. Llevamos más de tres años caminando en la exigencia de justicia y desgraciadamente las autoridades solo nos dan promesas”.
Explicó que hoy, hay un detenido en el penal Neza-Bordo; sin embargo “no queremos un detenido, queremos justicia porque las autoridades siempre han actuado con mucha indiferencia”.
La familia ha tenido que visibilizar el caso de Diana para que la Fiscalía General de Justicia del estado de México haga su trabajo.
Con el mural, con el rostro de Diana, plasmado a través del arte, Lidia Florencio y su familia sabe que su hija quedará en la memoria, hay justicia en el nombre de ella; “pero también en nombre de todas las chicas asesinadas en este Chimalhuacán feminicida”.
Los seis días de trabajo artístico, estuvo acompañado de una jornada cultural en el cual participaron colectivos de luchas contra el feminicidio como Rudas Chimalhuacán y Nos Queremos Vivas Neza. Los artistas, colectivos y la propia Lidia Florencio, denunciaron acoso por parte de la policía municipal de Chimalhuacán.
La jornada de lucha contra el feminicidio en el estado de México, concluye este domingo con una rodada ciclista que partirá de las cruces del antimonumento en el Río La Compañía en Chimalhuacán, hasta la escultura monumental Cabeza de Coyote, en Nezahualcóyotl. De este punto se realizará una marcha hasta un segundo anti monumento erigido frente al palacio municipal de Ciudad Neza.