Ciudad de México. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ratificó que México cumple con todos los criterios necesarios para acceder, en caso de que lo requiera, a la Línea de Crédito Flexible (LCF) que fue otorgada al país en noviembre del año pasado, informó el Banco de México (BdeM) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La Comisión de Cambios detalló que el Directorio Ejecutivo del organismo mundial concluyó el pasado 18 de noviembre la revisión de medio término de la LCF, la cual es por un monto de aproximadamente 61 mil millones de dólares, ya que un año atrás el gobierno de México pidió un recorte de 13 mil millones de dólares.
El FMI determinó que ante la situación provocada por la pandemia, la economía mexicana “ha demostrado resiliencia como resultado de la gran solidez de las políticas y los marcos de políticas institucionales”.
El organismo manifestó que las autoridades tienen una trayectoria de sólida gestión de las políticas y están firmemente comprometidas a mantener políticas prudentes.
Destacó que México cumplió con una deuda pública sostenible y finanzas públicas sanas, con una política fiscal sustentada en la ley y riesgos para la deuda manejables, así como una inflación baja y estable, expectativas de mediano y largo plazo bien ancladas, en el contexto de un marco sólido de política monetaria y cambiaria.
También subrayó que México cuenta con un historial de acceso estable y en términos favorables del gobierno a los mercados internacionales de capitales, una posición adecuada de reservas internacionales y un sistema financiero robusto y solvente, así como una supervisión efectiva del sector.
Acotó que en 2017 la Comisión de Cambios anunció la salida gradual de la LCF; sin embargo, ante el aumento significativo en los riesgos externos por los efectos de la pandemia y las implicaciones de mayor persistencia en diversos sectores, así como los efectos en los mercados financieros, decidió mantener la herramienta financiera.
La Comisión agregó que aún evaluará la implementación de una estrategia de salida gradual y ordenada, lo cual será decidido con base en el panorama de riesgos que tenga la nación.
La LFC fue contratada por primera vez en 2009, pero hasta el momento no ha sido utilizada. Pese a ello, el país paga una comisión por tener disponible el crédito y no debe comprometerse a ninguna política, como en los préstamos tradicionales del FMI.
La Comisión apuntó que la LFC solo es de carácter precautorio y complementa las políticas económicas de las autoridades mexicanas para enfrentar condiciones económicas externas adversas y preservar la estabilidad económica y financiera. “La LCF es un instrumento que refuerza las reservas internacionales”, dijo.
Agregó que con esto “las autoridades refrendan su compromiso con políticas macroeconómicas sólidas y responsables, que abonen a la estabilidad y a una reactivación económica vigorosa y sostenida”.