En las gestiones asociadas al caso del ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, por la secretaría de Relaciones Exteriores, la instrucción presidencial era defender la “dignidad y prestigio” de México ante las autoridades de Estados Unidos, pero de ningún modo permitir impunidad, afirmó el canciller Marcelo Ebrard. “Si hay investigación, indagatoria, de colusión con la delincuencia que se le haga del conocimiento de la autoridad mexicana, que México sabrá aplicar la ley”.
Esto implica que quienes resulten responsable serán procesados, juzgados y sentenciados en México y por México, agregó Ebrard. Esa es la base que ha alentado este acuerdo y hemos informado con transparencia lo que se ha convenido, conversado y sostenido con autoridades de Estados Unidos.
Al abundar sobre la secuela del acuerdo alcanzado entre la Fiscalía General de la República y la Fiscalía estadunidense, el canciller destacó que la decisión de la jueza federal Carol B Amon se basó en que existe confianza en las autoridades mexicanas para darle seguimiento a las investigaciones. “Su decisión se basa en que tiene toda la certeza de que en México se va a realizar la investigación correspondiente. Hay confianza tanto en Estados Unidos como en México de que la investigación correspondiente será con los más altos estándares de efectividad y honestidad.
El secretario de Relaciones Exteriores dijo que sobre esta premisa se “ratifican las bases que deben guiar la cooperación entre los dos países”. Ebrard narró los detalles del traslado de Cienfuegos a México dados a conocer a por la Fiscalía General de la República, entre ellos, el arribo al país a las 18:40 horas, la realización de un exámen médico y el reporte de que el general se retiró a su domicilio, dejando información sobre su domicilio y teléfono celular para estar disponible para posibles diligencias del Ministerio Público relacionadas con la investigación,