Ciudad de México. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó este martes que no renovó el contrato de su Directora General de Comunicación, Beatriz Barros Horcasitas, por lo que el cargo de vocero de la institución quedó vacante nuevamente.
En un breve pronunciamiento emitido hoy casi a las 11 de la noche, el organismo público reconoció la trayectoria y experiencia profesional de Barrios, pero al mismo tiempo indicó que “luego de la conclusión de su contrato, el pasado 16 de noviembre, ha decidido no renovarlo, por no convenir a sus intereses”.
De igual forma, señaló que la decisión fue tomada “considerando las medidas de austeridad, y el proceso de reestructuración del área ante los retos de las nuevas lógicas de comunicación”, y que “la terminación de la relación laboral es en estricto apego a los derechos laborales de la maestra Barros, de quien hemos constatado su espíritu de servicio y calidad humana”.
La Comisión agregó que “no tiene considerada ninguna designación inmediata para que sea ocupada la plaza de la persona titular de la Dirección General de Comunicación” y que “continuará cumpliendo con su misión de construir una relación plural con todos los medios de comunicación y de informar a la sociedad todas las acciones en defensa de los derechos humanos”.
Fuentes cercanas al tema aseguraron --bajo condición de anonimato-- que la decisión de no renovar el contrato temporal de Barrios Horcasitas habría sido del secretario ejecutivo de la CNDH, Francisco Estrada Correa, a quien señalaron como el funcionario que en los hechos toma las decisiones más importantes dentro de la institución.
Como se ha informado en este diario, este sería al menos el cuarto cambio en la Dirección General de Comunicación de la CNDH desde la llegada de Rosario Piedra Ibarra como titular del organismo autónomo.
Tras la salida de Jesús Ramírez, quien había desempeñado el cargo de vocero durante la administración de Luis Raúl González Pérez, se designó a Alejandra Ezeta Bagnis, quien el 21 de julio de este año fue cesada de sus funciones y contra quien la Comisión incluso presentó una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República el pasado 4 de agosto, “por actos que pudieran ser constitutivos de delito durante el ejercicio de sus funciones”.
En respuesta, la ex vocera negó “categóricamente haber incurrido en alguna de las conductas que alude la CNDH” y presentó el 3 de agosto una queja formal en contra de Francisco Estrada, a quien acusó de violencia laboral y de género, por los gritos, abusos y la forma en que era tratada.
Ezeta Bagnis fue sustituida el 22 de julio por la historiadora Saray Curiel González, pero unos cuantos días después también ella fue cesada del cargo, sin mayor explicación por parte de la CNDH, aunque trascendió que uno de las posibles causas es que la ex funcionaria es coautora de un libro en donde se critica al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tras este episodio, a inicios de agosto el organismo designó en ese puesto a Arturo Tapia Lugo, quien una semana después fue cesado, al parecer debido a sus antecedentes en actos de violencia de género, pues el 23 de septiembre de 2019 fue grabado mientras golpeaba a la empleada de un local de venta de artículos para celulares, ubicado en la estación Tlalnepantla del Tren Interurbano.