Los sindicatos universitarios del país rechazaron este martes la iniciativa de Ley de Educación Superior presentada en septiembre por Morena con el aval de todas las fuerzas políticas y que se discute en el Congreso.
Representantes la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios, de Educación Superior, Investigación y Cultura (CNSUESIC), la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU) y la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios (FENSU), tres de las agrupaciones de sindicatos universitarios más grandes de México, manifestaron en una conferencia de prensa que la iniciativa no incluyó las voces y observaciones de académicos, trabajadores y estudiantes, sino sólo de autoridades universitarias y llamaron a los legisladores a construir una ley con amplio consenso y discusión.
Sócrates Galicia, de la CNSUESIC, y Enrique Levet, de la CONTU, plantearon que la iniciativa de ley vulnera la autonomía universitaria por diversos motivos, entre los cuales citó sus artículos 48 y 49, por los que se establece una nueva gobernanza para la educación superior, la cual, dijo, centraliza “el poder a favor de la Secretaría de Educación Pública, los gobiernos de los Estados y las instituciones privadas”.
La iniciativa, agregó, refuerza conceptos como la competencia, la internacionalización y la vinculación de la educación universitaria con el sector productivo, pero deja fuera las necesidades de las comunidades universitarias. “Se incurre en conceptos empresariales, como la pertinencia, la mejora continua y la excelencia, pero busca satisfacer las necesidades de las mayorías nacionales, ni el abordaje de los grandes problemas del país”.
Enrique Levet señaló que en estos momentos la educación superior está en una grave crisis por la falta de recursos suficientes que tiene a 11 universidades en insolvencia financiera. “Me parece una incongruencia que en la ley se establezca la obligatoriedad de la educación superior y su gratuidad, pero que hoy no haya ni siquiera recursos para pagar los salarios de los trabajadores”.
Las organizaciones sindicales exhortaron a los legisladores fortalecer la autonomía universitaria mediante presupuestos suficientes, oportunos e incondicionales. Pidieron poner fin a la precarización laboral de los trabajadores universitarios y que se incluyan en la ley las propuestas hechas por estudiantes, académicos y empleados.
