Buenos Aires. Caravanas y marchas multitudinarias en el interior y en esta capital recordaron este martes el “Día del militante peronista”, que coincidió con el debate en el Congreso del proyecto de ley que establecerá por una sola vez un impuesto solidario a las grandes riquezas del país para contribuir a ayudar ante la grave situación económica como consecuencia de la pandemia del Covid-19, y de la crítica situación en que dejó país el gobierno del Mauricio Macri (2015-2019) con un fuerte endeudamiento y en virtual cesación de pagos.
La Administración Federal de Impuestos espera recaudar 307 mil millones, uno por ciento del Producto Interno Bruto (PBI) de este año, con el impuesto solidario por una sola vez de dos por ciento sobre las riquezas en patrimonio de más de 200 millones de pesos (tres millones de dólares) y un tres por ciento en patrimonios mayores declarados a unas nueve mil 500 personas físicas entre las cuales figuran menos de 300 con patrimonios muy superiores.
El gobierno quiere destinar lo reunido con este impuesto solidario, que en algunos países fue decidido directamente por grandes empresarios para ayudar en esta coyuntura, lo que no sucedió aquí, a los habitantes de los barrios más humildes y a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), las que más trabajo dan y que más perdieron en estos últimos años y otras necesidades prioritarias.
Celebración peronista
En un breve discurso ante la multitud reunida ante el Congreso, el presidente Alberto Fernández sostuvo que en este tiempo “la solidaridad debe ser la regla”. Aseguró que “la militancia es un acto de servicio, es ponerse al servicio del otro”, y agradeció que fueron estos militantes los que permitieron que “los gobiernos populares regresaran al poder”. Recordó que el 17 de noviembre de 1972, fue el día en que retornó al país el ex presidente Juan Domingo Perón después de un larguísimo exilio.
Ya han transcurrido 48 años de ese regreso histórico y por esto se recuerda el “Día de la Militancia Peronista" y también por una lucha de los sindicatos que reunía a los trabajadores de la Justicia, que fueron parte de la resistencia peronista.
Esos militantes se jugaron la vida desde aquellos años y fueron parte de varias generaciones que mantuvieron encendida la llama de la rebelión, y por esto ha sobrevivido el peronismo como el mayor partido político del país, pese a la eterna persecución desde 1955 hasta 1973, y que continúa hasta estos días, donde la oposición derechista y ultraderechista lleva adelante una campaña de guerra sucia contra este gobierno y la persecución de la prensa del poder económico contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se ha convertido en una especie de “feminicidio político”, como se denuncia aquí.
El presidente también citó las palabras de Néstor Kirchner en un nuevo aniversario del regreso del general Perón tras 18 años de proscripción: “Queremos tener compañeros que piensen, que nos digan la verdad, que tengan capacidad transgresora, que ayuden a equivocarnos lo menos posible”.
El dirigente del Movimiento Evita de esta capital, Jonathan Tea, recordó frente a la multitud en la Plaza del Congreso, la militancia y la lucha de todos los movimientos sociales y sindicales durante los cuatro años del gobierno de Macri en protesta constante por las políticas de exclusión y empobrecimiento que aplicó.
“Con la misma fuerza, durante la pandemia, los compañeros y las compañeras sostuvieron con su militancia y solidaridad las políticas de cuidado necesarias en cada barrio de nuestro país”, explicó el dirigente.
En estos días la dirigencia sindical y política ha señalado los sacrificios hechos por la población durante la pandemia, para enfrentar al Covid-19 y la indiferencia de los dueños de las grandes riquezas, “que lograron hambreando a muchas generaciones y no fueron capaces de tener gestos solidarios para ayudar en la tragedia que vive Argentina y el mundo", sostuvieron.
Por su parte, algunos empresarios entre los más radicalizados de la derecha amenazan con hacer un boicot fiscal al gobierno.
Además de estas multitudinarias marchas, que demostraron la fuerza de la presencia de los militantes en las calles, también hubo paro de médicos y personal de hospitales en esta ciudad reclamando ante el gobierno capitalino por sus bajos salarios en estas circunstancias tan difíciles. Asimismo hubo incidentes este mediodía ante la sede municipal, ya que en medio de los manifestaciones crecientes reapareció Raúl Castell, al frente de un movimiento social y que fue muy criticado por sus pares ante su conducta política errática.
Al intentar entregar un documento al jefe de gobierno de la ciudad, el macrista Horacio Rodríguez Larreta, fueron impedidos por un cordón policial y cuando intentaron avanzar resultaron golpeados y tratados violentamente por los uniformados. “Yo creía que Larreta nos iba a recibir, pero ni siquiera envió a alguien para aceptar nuestra demanda puesta en una hoja de papel”, dijo Castell que había apoyado en los últimos años a la alianza derechista Cambiemos.
En tanto, el debate es muy duro en el Congreso, donde los representantes de la alianza derechista y macrista Juntos por el Cambio asumieron la defensa de los ricos, y los dos diputados que representan al trostkista Frente de Izquierda de los Trabajadores(FIT) anunciaron que se iban a abstener, en una acción muy criticada , ya que en todos los casos terminan favoreciendo a la oposición derechista, incluso contradiciendo su discurso.
Miles de personas estaban congregadas la noche de este martes frente al Congreso, y aunque el gobierno tendría asegurado los dos tercios necesarios, también alentó el debate. Luego se debatirá el proyecto de ley del aborto legal y gratuito, que el presidente Fernández envió al Congreso, por lo cual a los miles de manifestantes se unieron las feministas, que seguramente en los próximos días estarán también en vigilia para obtener por fin una ley por la que han luchado desde hace años. Cubrebocas y banderas verdes eran el símbolo de su presencia.