Ciudad de México. Las autoridades informaron a empresarios del Centro que para abatir los contagios por Covid-19, a partir de mañana se abrirá la plataforma mediante la cual sus clientes tendrán que registrarse por medio de un código QR para ingresar a sus negocios.
La medida consiste en colocar la cámara de los celulares en la imagen que estará en cada local y de forma automática se registra el número, si se localiza un contagio se avisará a quien haya ido.
El viernes pasado el gobierno capitalino anunció que se establecería un sistema obligatorio con dicho código, con el teléfono celular o con un mensaje de texto al 51515 para todas las personas que ingresen a cualquier lugar cerrado: comercios, oficinas como call centers y de gobierno con el fin de identificar los contactos de los casos positivos y acabar la cadena de contagio; según la administración capitalina, esto no afectará los datos personales.
A poco más de un mes de que concluya el año los negocios en el Centro Histórico se disputan la clientela; la campaña más intensa la encabezan las ópticas, que desde su reapertura no han bajado la guardia, aunque eso signifique no acatar medidas sanitarias y sí para promover sus productos.
De esa manera tienen un ejército de promotores que a gritos y sin seguir las indicaciones sanitarias como portar correctamente el cubrebocas, ofrecen sus productos en 300 pesos y 600 pesos e incluyen un examen de la vista.
En la rebatinga por los clientes otros buscan sacar sus inventarios completos, como la tienda de ropa Cuidado con el Perro, que remata todos sus productos a 30 pesos y desde temprano la gente hace filas para ingresar.
En el expendio de tacos de canasta Los Especiales, a siete pesos cada uno, la entrada está restringida a sólo 26 personas, mientras muchas otras hacen fila.
Ayer, día de asueto, muchos fueron a pasear al Centro Histórico y casi todos usaban su cubrebocas, además las autoridades y empresarios dan gel a quien lo requiera, pero lo que realmente falta es que la gente guarde sana distancia.
En otras vías hay menos cuidados, principalmente las que están invadidas por los ambulantes.