México rechazó el derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y planteó reformas a los métodos de trabajo de esa instancia.
Durante los debates sobre las reformas al Consejo de Seguridad, el embajador de México ante las Naciones Unidas en Nueva York, Juan Ramón de la Fuente, señaló que las modificaciones debe resultar en un órgano que beneficie la colectividad, por lo que no puede estar sujeto a los privilegios perpetuos de unos cuantos.
“El ejercicio del veto pone en entredicho la igualdad soberana que debe prevalecer entre los Estados, no fomenta la unidad ni promueve la búsqueda de entendimientos. Como hemos podido comprobar a lo largo de los años, el veto fomenta la división entre los miembros del Consejo y socava con frecuencia su credibilidad, su legitimidad y su transparencia ante el resto de la comunidad internacional”, enfatizó en su participación el titular de la Misión Permanente de México ante la ONU.
Indicó que no puede estar sujeto a los privilegios perpetuos de unos cuantos. “México reitera que incrementar el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad no representa una verdadera reforma, sino por el contrario, sólo reforzaría las condiciones que han llevado al Consejo a las parálisis y estar ausente cuando más se le requiere”.
Con el propósito de avanzar en las negociaciones, aseveró que México y el Movimiento Unidos por el Consenso presentaron una fórmula de compromiso que ha sido expuesta por Italia y representa una alternativa para alcanzar una reforma integral y realista.
De la Fuente refirió que un Consejo de Seguridad en estos términos sería más democrático, más representativo, más eficaz y más transparente. Y también convocó a mejorar los métodos de trabajo de esa instancia, de la que México será miembro para el periodo 2021-2022, al haber recibido el respaldo de 187 Estados miembros de la ONU.